En declaraciones a Servimedia, Contreras afirmó que “han querido contentar a todos”, pero “en realidad (el acuerdo) no supone nada". “No implica ningún cambio en la política migratoria europea, puesto que cada país puede hacer lo que quiere”.

Los centros cerrados ya existen en Grecia y en España. “Son iguales a nuestros CIE”, explicó, “y se ha demostrado que su gestión presenta muchos fallos”.

En las islas griegas, en los centros previstos para 2.000 migrantes se han llegado a acumular más de 10.000 y por tiempos de más de un año, por falta de recursos para gestionar las peticiones de asilo y las salidas, añadió.

Para Contreras, esta medida “no significa nada”, y peor aún es la posibilidad de crear plataformas en los países de tránsito. “Por mucho que las gestione la UE u otros organismos internacionales, son centros en países incapaces de garantizar los derechos humanos a su propia población. Lo estamos viendo en Libia, donde el 100% de las mujeres que llegan han sido violadas y el 80% de todos los migrantes, torturados”, afirmó Contreras.

Por eso, opinó que este acuerdo “es una condena” para que todo siga igual.