Uno de los promotores del primer Orgullo de Madrid: “La Policía metía prisa para que termináramos rápido”

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La primera manifestación del Orgullo en Madrid, organizada por el Frente de Liberación Homosexual de Castilla en 1978, reunió a 7.000 manifestantes que coreaban consignas contra la Ley de Peligrosidad Social. Ramón Linaza, que prestó sus credenciales para registrar la protesta ante el Gobierno Civil, recuerda la “prisa” de las autoridades por acabar la marcha.
“La Policía que nos escoltaba estaba muy nerviosa, querían que nos fuéramos rápido y empezaron a meter prisa para que nos marcháramos; entonces comenzamos a gritarles ‘qué bien que las fuerzas represivas nos llevan de excursión’”, rememoró este activista LGTB en declaraciones a Servimedia.
Su historia es la mezcla entre guasa y reivindicación que han protagonizado el Orgullo LGTB los últimos 40 años. El 25 de junio de 1978, la capital de España celebraba la primera manifestación gay en plena transición y con el visto bueno del Gobierno, un año después de que Barcelona rompiera el hielo y llovieran palos de las fuerzas del orden por ello.
El permiso del Gobierno Civil de Madrid sitúa como responsables de la marcha –y sus firmas así lo atestiguan- a Ramón Linaza, el actor Carlos Patiño ‘Absurdino’ (con el que Linaza se acabaría casando) y Alonso Puerta, que años más tarde sería teniente de alcalde de Madrid con Enrique Tierno Galván en el Ayuntamiento.
Si el año pasado la manifestación del Orgullo en Madrid congregó a alrededor de 1,4 millones de personas, en 1978 rondaban los 7.000. Las crónicas de la época, fechadas a 27 de junio porque la manifestación cayó en domingo y el lunes no salían los periódicos, cuentan que partió a las siete en punto de la tarde de la calle O’Donnell, junto a la Torre de Valencia.
“Qué 'demasiao', todos los peligrosos nos hemos 'juntao'” es lo que recuerda Linaza que coreaban entonces los miles de gays, lesbianas y transexuales que salieron a la calle junto a comunistas y socialistas contra la Ley de Peligrosidad Social, una ley que “te podía encarcelar sin juicio por ser homosexual”, denunció.
En el transcurso de la manifestación se guardó un minuto de silencio por ‘la Francesa’, un homosexual que murió en 1976 tras precipitarse desde una tercera planta de la cárcel de Carabanchel.
“ESPÍRITU REIVINDICATIVO”
Linaza reconoce que el colectivo LGTB ha avanzado en derechos y en su forma de manifestarse. No obstante, mantiene que el Orgullo “sigue teniendo espíritu reivindicativo” pese a la fiesta y las carrozas.
“No podemos olvidar que en una ciudad tan abierta como Madrid hay agresiones homófobas y tránsfobas, así como países donde la homosexualidad y la transexualidad se persiguen y castigan”, precisó. Aun así, “estamos en el mejor de los mundos posibles porque hemos alcanzando muchos objetivos” aunque “queda mucho por hacer”, añadió.
MÁS DE 300 AGRESIONES LGTB
De hecho, sólo el año pasado se registraron 321 agresiones al colectivo LGTB en la Comunidad de Madrid. Lo que más llama la atención es la juventud tanto de las víctimas como de los agresores, pues casi el 59% de las personas que sufrieron agresiones lgtbfóbicas eran menores de 25 años, y casi la mitad de los agresores también lo eran.
La más reciente que se ha conocido es una agresión de una joven transexual de 23 años en la calle Palma, que recibió tres puñetazos en la cabeza al grito de “maricón”. Hace poco más de una semana el diputado autonómico Eduardo Rubiño fue insultado en el Metro de Madrid, tres días después de que la sede de la asociación LGTB Cogam apareciera con pegatinas en las que se leía “hasta los cojones de tanto arcoíris”.
Sin embargo, como sostiene Ramón Linaza, la sociedad “ha cambiado sustancialmente” desde 1978 y, si entonces el Orgullo tenía “un apoyo minoritario”, ahora “es masivo” y el colectivo “tiene relevancia en la sociedad”.
(SERVIMEDIA)
28 Jun 2018
GIC/caa