Así se pronunció Robles durante su comparecencia ante la comisión de Defensa en el Congreso de los Diputados en la que informó de las líneas maestras que guiarán su acción al frente del Ministerio de Defensa.

Subrayó que la política de defensa ha de entenderse como “política de Estado”, cuyo primer objetivo es “proteger a nuestros ciudadanos y preservar la soberanía, independencia y bienestar de todos los españoles y españolas”.

A su vez, destacó que las Fuerzas Armadas tienen como misión “la protección de la sociedad española, de su Constitución y los valores y principios que consagra, garantizando la soberanía, independencia e integridad territorial y contribuyendo a asegurar el bienestar y los derechos ciudadanos en un Estado social y democrático”.

También, dijo Robles, que la política de defensa debe concebirse como un “bien público, que garantiza los derechos y libertades esenciales de los ciudadanos, cuya prestación por parte del Estado constituye un mandato que emana de la Constitución”.

Dejó claro que el “diálogo” y el “consenso” se convertirán en los ejes que determinarán su gestión al frente del Ministerio de Defensa junto con la “prudencia”, la “coherencia” y la “responsabilidad”.

Incidió en la necesidad de contar con unas Fuerzas Armadas “modernas, ágiles, colaborativas y abiertas al cambio, dispuestas para actuar en defensa de nuestros intereses, los valores recogidos en nuestra Constitución y en el marco de la Carta de Naciones Unidas”.

Esto le sirvió para dejar claro que contar con unas Fuerzas Armadas “preparadas y adaptadas a los nuevos tiempos” es la “principal garantía” para la defensa de los intereses de España y de los españoles, además de ser la “herramienta fundamental para preservar el marco de convivencia que nos hemos dado como nación libre, soberana y democrática”.

Recordó a los 175 militares que murieron en acto de servicio y a los más de 3.000 efectivos que se encuentran sirviendo en una misión internacional.

Indicó que la “posición geoestratégica singular” de España obliga a “reforzar la capacidad de defensa propia” mediante la mejora de la cultura y conciencia de defensa de los ciudadanos y de la moral, calidad de vida, formación y adiestramiento; y a potenciar las capacidades militares renovando el “equipamiento necesario” para actuar en las misiones militares y en apoyo de la acción del Estado.

Defendió que la reincorporación del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) al Ministerio de Defensa se ha realizado “de forma natural, homogénea y sin generar disfunciones”

Comentó que trabajará para “fortalecer” la posición de España en el sistema de seguridad internacional a partir del mantenimiento del nivel de contribución actual a operaciones en el exterior agrupadas en tres “teatros funcionales”: lucha contra el terrorismo, proyección de estabilidad y defensa del territorio.

Asimismo, reiteró los compromisos de España con los organismos internacionales a los que pertenece y con la Cooperación Estructurada Permanente (Pesco, por sus siglas en inglés).

También resaltó que se trabajará para “impulsar” la Europa de la Defensa, se contribuirá a la lucha contra el terrorismo internacional y se potenciará la diplomacia de defensa como medio para generar confianza en los socios de España.

Incidió en la importancia de asegurar una “financiación suficiente, previsible, estable y acorde” a las necesidades de las Fuerzas Armadas y de la defensa nacional e instó a alcanzar “estabilidad presupuestaria” para lo que reclamó consenso.

Por último, consideró “fundamental” para el Ministerio de Defensa “apoyar y fortalecer” la Base Industrial y Tecnológica de la Defensa para que esté en condiciones de suministrar el material necesario a las Fuerzas Armadas y pueda aportar “valor añadido” a la industria europea de la defensa.