Investigación

Descubren la relación de las bacterias del intestino con el desarrollo del hígado graso

MADRID
SERVIMEDIA

Investigadores del grupo del Ciberobn, dirigidos por José Manuel Fernández-Real, acaban de publicar en la revista 'Nature Medicine' los resultados de un estudio que relaciona las bacterias del intestino con el desarrollo del hígado graso. En concreto, el estudio concluye que la presencia de ácido fenilacético, producido por bacterias en el intestino favorece la acumulación de grasa en el hígado.

La microbiota del intestino humano concentra más de 10 millones de genes catalogados, 500 veces más que el genoma humano, que contribuyen al correcto funcionamiento del aparato digestivo y que resultan muy sensibles a los cambios metabólicos.

El estudio dirigido por José Manuel Fernández-Real, del Ciberobn, relaciona la biodiversidad reducida de la microbiota con el desarrollo de enfermedades hepáticas, como el hígado graso.

La investigación, que se puso en marcha en 2010, ha analizado las características clínicas y metabólicas de más de 100 pacientes con obesidad mórbida e hígado graso, además de realizar posteriormente ensayos experimentales en ratones y en células hepáticas humanas.

Entre los descubrimientos cabe destacar que la presencia de ácido fenilacético, producido por bacterias en el intestino, favorece la acumulación de grasa en el hígado. Esto abre la puerta al desarrollo de nuevas estrategias para modular la microbiota y eliminar las bacterias que favorecen la aparición del hígado graso, que padecen uno de cada tres adultos y aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

“El descubrimiento pone en evidencia interesantes conexiones entre la composición de la microbiota y el metabolismo de los carbohidratos, contribuyendo a comprender mejor por qué el 30% de los pacientes con obesidad mórbida no desarrollan un hígado graso a pesar del dramático aumento generalizado de grasa”, destacó Fernández-Real.

Por su parte, Massimo Federici, de la universidad italiana Tor Vergata, destacó que “este estudio viene a llenar un vacío que conecta la biodiversidad escasa de genes microbianos con el hígado graso. El objetivo ahora es trasladar estos hallazgos a la práctica clínica para prevenir la aparición de complicaciones relacionadas con la obesidad a largo plazo”.

(SERVIMEDIA)
27 Jun 2018
MAN/caa