Este nuevo sistema se instalará en el grupo de islas de Sotavento del archipiélago de Cabo Verde (Boavista, Fogo, Brava, Maio y Santiago), con el fin de prevenir y controlar actividades ilícitas como tráfico de droga, terrorismo, inmigración ilegal, pesca no autorizada y la degradación del patrimonio arqueológico subacuático.

Además, el proyecto pretende defender el medio ambiente, a través de la monitorización y control de sus aguas; incrementar la seguridad con el control del tráfico marítimo, contribuir el desarrollo económico del país y coordinar las acciones de salvamento y seguridad marítima.

Debido a su potencial económico, pesquero y turístico, Cabo Verde figura entre los "Países de interés específico" del "Plan África 2006-2008" elaborado por el Gobierno español.

Por otro lado, este archipiélago ubicado bajo las Canarias forma parte del grupo de países de renta media desde enero de 2008, lo que le permite acceder a la financiación de este tipo de proyectos.