En la rueda de prensa posterior a la reunión de ministros de Economía y Finanzas de los Estados miembros, Calviño señaló que la previsión de que España salga del brazo correctivo de Bruselas este año, al reducir su déficit por debajo del 3%, “ha sido confirmada en las reuniones de estos días”.

La ministra señaló que el Ejecutivo socialista lleva dos semanas “analizando en profundidad cuál es la ejecución presupuestaria” y “ni siquiera” se ha aprobado formalmente el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2018.

En este sentido, afirmó que “sería absolutamente prematuro pronunciarse sobre si el déficit va a ser este u otro este año” y “primero tenemos que analizar la situación antes de tomar una u otra decisión”.

En lo que respecta al coste que podría suponer para el Estado la extensión de la sanidad universal, Calviño se remitió a las palabras de la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Carmen Montón, para decir que el impacto sería “probablemente positivo” en el gasto público al explicar que quienes quedarán excluidos de esa cobertura anteriormente tenían acceso a urgencias de los hospitales que son más caras que la atención primaria.

La titular de Economía defendió que “no solo se trata de una medida socialmente deseable, positiva desde el punto de vista de la sanidad pública”, y “desde el punto de vista económico es una medida que tiene sentido”.

En este punto, pidió no “apresurarnos” a tomar decisiones o “prejuzgar” anuncios hasta evaluar el impacto económico real y subrayó que el Gobierno está en tomar decisiones “a la luz de un análisis de las opciones” y “en coherencia con el compromiso de la estabilidad presupuestaria del Gobierno de España”.