Este verano, Cruz Roja Española estará presente en más de 290 playas del litoral ibérico con un despliegue de 1.400 profesionales que velarán por la seguridad y la salud de bañistas. En la temporada pasada, Cruz Roja Española llevó a cabo más de 96.000 atenciones, fundamentalmente asistencias sanitarias

Sin embargo, se va incrementando progresivamente el número de asistencias sociales, como el servicio de baño adaptado para personas con discapacidad –con 24.000 atenciones- o la atención a niños y niñas extraviados, con 1.700 casos el verano pasado.

En cuanto a los perfiles de las personas atendidas, predominan mayores de 65 años, niños y niñas por heridas, contusiones leves, golpes de calor o extravíos. También hubo varios casos de personas con patologías previas o enfermedades crónicas que se ven incrementadas por factores como el efecto de las altas temperaturas o la deshidratación.

Otras de las atenciones más frecuentes son los jóvenes que, en algunos casos, adoptan conductas inseguras o imprudentes por omisión o desconocimiento, como el acceso por zonas no permitidas o peligrosas, por bañarse bajo el efecto de sustancias o por alejarse demasiado de la costa.

“El salvamento y el socorrismo están en nuestro ADN como organización y tenemos una dilatada experiencia en este campo”, apuntó Miguel Ángel Sánchez Arrocha, responsable del programa de Playas de Cruz Roja.

Y es que “una de nuestras claves es la labor preventiva e informativa dirigida principalmente a los colectivos más vulnerables, la utilización la tecnología aplicada al rescate de personas y la implicación de un equipo humano con una alta cualificación y formación, entre otras”.