En declaraciones a Servimedia, señaló que “sería algo más que un gesto supeditar los acuerdos económicos al respeto de los derechos humanos” en el país con el que estos se firman.

A su juicio, las imágenes difundidas sobre el trato que reciben los hijos de inmigrantes irregulares en la frontera de EEUU "es una clara violación de los derechos humanos". Con todo, confesó no tener "demasiadas esperanzas" en que el Gobierno español se pronuncie.

"Por lo general, las relaciones bilaterales entre países suelen basarse en acuerdos económicos, y el respeto a los derechos humanos no suele formar parte del pack”, concluyó.