Se han sumado a esta iniciativa sindicatos como CCOO, UGT y USO, partidos políticos como Podemos, IU o el Partido Comunista de España, ONG ambientales como Ecologistas en Acción y Greenpeace, Economistas sin Fronteras y la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, entre otras organizaciones.

La campaña rechaza las negociaciones de los tratados de comercio e inversión, que cuentan con el beneplácito de la UE y que a juicio de las organizaciones que participan en la misma originan "una competencia salvaje y desigual propugnada por los gobiernos neoliberales en Europa".

COOPERACIÓN E INTEGRACIÓN

Los promotores de la iniciativa propugnan el establecimiento de unas relaciones políticas y comerciales entre los pueblos basadas en la cooperación y la integración, que pongan en primer lugar a las personas y al planeta, que garanticen los derechos humanos y que protejan el medio ambiente.

Los actores sociales, políticos y económicos adscritos a la campaña proponen un nuevo modelo de comercio que reduzca los impactos de la globalización, que esté al servicio de las mayorías sociales y no de las empresas, basado en la cooperación de los pueblos, que fomente una economía dirigida a generar recursos para la vida, que proteja los derechos laborales, la educación, la salud, el agua, el conocimiento y la cultura, que incentive la economía social y solidaria y promueva el comercio local, y que proteja el futuro de la agricultura campesina.