Solo UPN se suma a Cs en la petición de elecciones generales y el PP se abstiene

MADRID
SERVIMEDIA

Solo UPN sumó este martes sus dos escaños en el Congreso de los Diputados a los 32 de Ciudadanos para reclamar la convocatoria inmediata de elecciones generales, mientras que el PP se abstuvo y su portavoz criticó con dureza la iniciativa del partido liderado por Albert Rivera.

La exigencia de elecciones generales estaba contenida en una moción que Ciudadanos registró justo el día que comenzaba el debate de la moción de censura impulsada por el PSOE contra Mariano Rajoy, y era consecuencia de una interpelación que había dirigido al entonces ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis. Su contenido versaba sobre el Instituto Cervantes, pero la formación incluyó un último punto para forzar un pronunciamiento del Congreso de los Diputados sobre la conveniencia de celebrar elecciones generales ante el "colapso" de la legislatura.

Los puntos de la moción se votaron por separado resultando aprobados cuatro de ellos (el primero, el tercero, el cuarto y el séptimo) y rechazados los demás, entre ellos el octavo, el referente a la convocatoria de elecciones, que solo contó con los votos a favor de Ciudadanos y de UPN, y con la abstención del PP.

El PSOE presentó una enmienda, íntegramente sobre el Instituto Cervantes, que fue rechazada por Ciudadanos, cuyo portavoz, Toni Cantó, afeó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que aún no haya explicado su programa y que en un momento "tan grave" para España haya dejado la política territorial en manos del PSC a través de la ministra, Meritxell Batet. España necesita un Gobierno "limpio", dijo, "y éste no lo es".

El hecho de que el PSOE se comprometa ahora a ejecutar los Presupuestos Generales del Estado que rechazó y que el PP los enmiende demuestra, en su opinión, que al bipartidismo "le da igual" lo que necesiten los ciudadanos, y emplazó por ello al Gobierno a negociar una fecha para las elecciones a las que Sánchez se comprometió al defender la moción de censura, aunque sin concretar el momento.

El portavoz del PSOE, Jose Andrés Torres Mora, subrayó la novedad que implica dirigir a un Gobierno mociones que son fruto de interpelaciones hechas a otro Ejecutivo, y bromeó con la "hermosa contradicción" que implica reclamar a la vez reformas urgentes en el Instituto Cervantes y la convocatoria de elecciones. El último punto de la moción, ironizó, es una suerte de "octavo pasajero".

Torres Mora relató que la abstención del PSOE a la investidura de Rajoy "desgarró" al partido como nada en los últimos cuarenta años, pero lo hizo porque pensó que evitar unas nuevas elecciones "nos perjudicaba pero era beneficioso para la democracia", y ahora creen que también es "bueno" que prosiga la legislatura, algo que además es "constitucional y legítimo".

El portavoz socialista aseguró que las contradicciones de Ciudadanos podrían ser diagnosticadas como trastorno por la Escuela de Psicología de Palo Alto, algo que enfureció al portavoz de ese partido, Juan Carlos Girauta, que pidió la palabra desde su escaño para reclamar "que sea la última vez que bromea con las enfermedades psíquicas". "Si tiene algo de decendia retire lo que ha dicho", afirmó, reclamando a continuación la retirada de esa afirmación del Diario de Sesiones, algo que la presidenta en ese momento, Micaela Navarro, dejó pendiente de una verificación posterior.

Eduardo Maura, de Unidos Podemos, cuestionó que Cantó se hubiera permitido "el lujo" de hacer esa intervención con una moción sobre economía y le afeó que "desperdicie" una oportunidad de debatir sobre el Instituto Cervantes.

"INMENSA FALTA DE RESPETO"

Joan Tardà, de ERC, llamó a Cantó a la "calma" porque la mayoría de votantes de Ciudadanos "no están fanatizados como usted", y le recordó "que existe en freno". Cantó había denunciado el boicot a un acto sobre Cervantes en la Universidad de Barcelona y a un acto de su partido en Vic, y Tardà le recordó que él mismo condenó ambos hechos porque la libertad de expresión es "sagrada". Por ese mismo motivo pidió a la formación de Rivera "la misma contundencia" cuando son simpatizantes de Falange, de Democracia Nacional o de Ciudadanos los que "agreden" e "insultan" a los independentistas, a los que le propio Rivera ha llamado "golpistas" e incluso "nazis" y "hemos hecho como si no lo oyéramos".

En nombre del PNV, Joseba Agirretxea consideró "una inmensa falta de respeto" la inclusión del punto sobre las elecciones en una moción sobre el Instituto Cervantes, lo cual demuestra "que les importa un pimiento" lo que pase con esa institución y por ello no quiso "perder ni un minuto" en debatir. Quiso "obviar lo patético" de ese punto y dijo a Ciudadanos que "se quedarán salvando la patria, la lengua, la unidad y todas sus obsesiones. Hala, tranquilícense", les dijo.

Sergi Miquel, del PDECat, juzgó también "surrealista, poco oportuno y poco respetuoso" ese último punto y se centró a continuación en fijar su posición sobre los referidos al Instituto Cervantes. Carlos Salvador, de UPN, secundó las denuncias de Cantó contra los independentistas y denunció el "cóctel permanente de falso pacifismo al servicio del odio siempre con los mismos ingredientes". Se puede apoyar la exigencia de elecciones, precisó, "pero si no tenemos claro que los enemigos de la libertad son enemigos de todos no habremos avanzado nada".

Ignasi Candela, de Compromís, denunció que la exigencia de elecciones busca incrementar la inestabilidad porque de eso vive Ciudadanos. Habrá elecciones cuando toca, aseguró, porque los partidos que respaldaron la moción de censura "estamos con la democracia y no con la corrupción" y porque hacen política pensando en las generaciones futuras, y no en los próximos comicios.

En nombre del PP, Belén Hoyo acusó a Ciudadanos de buscar solo la "desestabilización" del Gobierno del PP y preguntó a ese partido si están "satisfechos" de las consecuencias y si la petición de elecciones es "una muestra de su arrepentiemiento". Su fracaso, dijo, les ha llevado "a no alcanzar su ambición" y además generar "un daño irreparable" a España, "el precio de la temeridad".

El nuevo Gobierno, afirmó, es "una acumulación de incongruencias personales", y los "acreedores" que respaldaron la moción de censura ya están intentando cobrar ese precio. "Los populistas, independentistas y filoterroristas", aseguró, están "haciendo cola en la puerta de La Moncloa".

(SERVIMEDIA)
12 Jun 2018
CLC/gja