“A través de un casco donde estará alojada la conexión se medirá la actividad cerebral del paciente en cada momento de la terapia y será transmitido a un sistema de adquisición y control”, explicó la Fundación Casaverde en nota.

El sistema será capaz de recoger los datos de los diferentes registros -en el momento en el que el paciente esté recibiendo la neurorrehabilitación-, tanto a nivel cerebral como muscular y mostrará al paciente y al terapeuta los estímulos e información necesaria para la correcta aplicación de la terapia y posterior análisis de datos del equipo médico.

Las funciones generales del sistema permiten analizar la comunicación cerebro-muscular del paciente y adaptar las condiciones de la terapia a la capacidad de respuesta. El sistema será en la medida de lo posible portátil, de bajo coste y de arquitectura abierta. De esta manera será fácilmente configurable y personalizable por el terapeuta, así como de fácil manejo por parte del paciente, según indicó la entidad.

En el proyecto participan especialistas de diferentes disciplinas de ingeniería, bioingeniería y otros campos tecnológicos “en estrecha colaboración con el sistema de atención sanitaria”.