Así consta en el real decreto por el que se reestructuran los departamentos ministeriales que este jueves publica el Boletín Oficial del Estado (BOE), en el que se detallan las competencias de cada departamento y las Secretarías de Estado asignadas a cada uno de ellos, en total 24, aunque el Ministerio de Cultura y Deportes y el de Agricultura, Pesca y Alimentación no tendrán ninguna, por lo que previsiblemente incorporarán a sus organigramas Secretarías Generales.

El Ministerio para la Transición Ecológica ejecutará la política del Gobierno en materia de energía y medio ambiente para la transición a un modelo productivo y social más ecológico y como órganos superiores en su organigrama tendrá dos Secretarías de Estado, la de Energía y la de Medio Ambiente.

En el último Gobierno de Mariano Rajoy las políticas energéticas estaban adscritas al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, algo habitual en los Ejecutivos de ámbito estatal, que han venido vinculando esta materia a los ministerios de Industria e incluso al de Economía.

En el nuevo Ejecutivo, al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo se le asignan dos Secretarías de Estado: la de Comercio y la de Turismo, y al de Economía y Empresa la Secretaría de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa y la de la Sociedad de la Información y la Agenda Digital.

SERVICIOS SOCIALES

Respecto al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, se le encarga la ejecución de las políticas en materia de salud, de planificación y asistencia sanitaria y de consumo, así como el ejercicio de las competencias de la Administración General del Estado para asegurar a los ciudadanos el derecho a la protección de la salud.

Asimismo, le corresponde a este ministerio la propuesta y ejecución de la política del Ejecutivo en materia de cohesión e inclusión social, de familia, de protección del menor y de atención a las personas dependientes o con discapacidad. En su organigrama habrá una Secretaría de Estado: la de Servicios Sociales.

Respecto a otros organismos relevantes, el Centro Nacional de Inteligencia retorna al Ministerio de Defensa y la Secretaría de Estado de Comunicación dependerá orgánicamente de la Presidencia del Gobierno y funcionalmente de la ministra que asuma las funciones de portavoz del Gobierno, que en este caso será la de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá.