Así lo dijo Sánchez en sus primeras palabras tras abandonar el hemiciclo, después de que prosperase la moción de censura que el PSOE presentó contra el Ejecutivo que encabezaba Mariano Rajoy.

Sánchez aseguró que es “consciente de la responsabilidad que asumo y del momento político tan complejo que vive el país”.

“Además de ser plenamente consciente, voy a abordar todos los desafíos de nuestro país con humildad, entrega y sobretodo con mucha determinación, primero para transformar y modernizar nuestro país, que es lo que siempre ha hecho el PSOE cuando ha gobernado, y atender las urgencias sociales de mucha gente que sufre precariedad y desigualdad”, dijo el nuevo presidente.

Sobre la composición de su Gobierno, se limitó a un “paso a paso” porque todavía quedan procedimientos formales que cumplimentarse.

ALEGRÍA EN PODEMOS

Nada más conocerse el resultado de la votación que le otorgaba la Presidencia, Sánchez recibió la felicitación de los diputados socialistas, quienes, uno a uno, pasaban por su sitio para felicitarle a él y a parte de su equipo próximo.

Estas muestras de cariño y afecto se extendían entre los dirigentes socialistas, muchos de ellos visiblemente emocionados, como el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, que rompió a llorar mientras se fundía en un abrazo con la vicesecretaria general de este partido, Adriana Lastra.

Pero la alegría no sólo estaba en la bancada socialista, sino también, y quizás más en algunos casos, entre los diputados de Unidos Podemos. "Abrazos todos a todos en plan compulsivo", reconoció una diputada de la formación que lidera Pablo Iglesias a la salida del Pleno, mientras una dirigente de En Marea se mostraba tan efusiva que repartía abrazos y besos por los pasillos.

Toda esta euforia contrastaba con el silencio que reinaba en el patio del Congreso en el que se iban concentrando los diputados del Partido Popular, con las caras compungidas que tenían a su salida del Hemiciclo.

Minutos después, este silencio se rompió con la salida de Rajoy que era despedido por los suyos entre aplausos y gritos de “presidente, presidente”.