En su intervención en el debate de la moción de censura, el portavoz del PDECat, Carles Campuzano, fue el primero que se dirigió a la silla vacía del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cuando empezaron a desatarse los rumores de que había abandonado su escaño para presentar su dimisión al Rey.

Campuzano defendió que la moción de censura era “ineludible” y está “absolutamente justificada”. De ahí pasó a criticar la actuación del Gobierno español contra los independentistas catalanes, donde “en nombre de la patria se pone en cuestión el Estado de Derecho” y “se han violado derechos fundamantales". De todo ello dijo que “el principal responsable” es el Gobierno de Rajoy, contra el que aseguró que el rechazo de la sociedad catalana es unánime.

No obstante, el portavoz nacionalista advirtió al candidato a la investidura en la moción, Pedro Sánchez, de que “de entrada, confianza” no tiene mucha en él. Eso sí, le pidió abrir espacios de diálogo y que el Gobierno español y el catalán se reconozcan mutuamente como interlocutores válidos.

Respetando la aspiración independentista y aplicando mecanismos democráticos y no judiciales, Campuzano concluyó que ésta, con Sánchez como presidente, puede ser “una última oportunidad para buscar una salida democrática” al conflicto.