Durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Senado con motivo de la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2018, el 'número dos' de Hacienda respondió así a los portavoces de PSOE y Unidos Podemos en dicha Comisión, que hicieron referencia a la imputación del exalcalde de Jaén, que tendrá que declarar el próximo 5 de junio por posibles delitos de prevaricación, falsedad en documento mercantil, malversación, cohecho y tráfico de influencias.

Ante los comentarios de estos portavoces sobre el caso de Fernández de Moya, éste leyó varios escritos, uno de 2012, de la Fiscalía de Jaén, y otro del secretario general del Ayuntamiento de Jaén, en los que se defendía el archivo de la causa, surgida entonces por una querella presentada por el PSOE, y que fue archivada en 2014.

“La principal vacuna es tener la conciencia tranquila y yo la tengo muy tranquila de haber preservados los servicios públicos esenciales en una situación de emergencia pública”, afirmó el secretario de Estado, quien reivindicó su “derecho a defenderme” y también indicó que otros cargos públicos de otras formaciones políticas no dimiten cuando están imputados.

La imputación del ahora secretario de Estado de Hacienda llegó la pasada semana a raíz de un informe de la Guardia Civil, en el que se le atribuyen presuntos pagos a la empresa Matinsreg, que era la encargada del mantenimiento de las fuentes ornamentales de la ciudad, en contra de los informes del interventor municipal.

El imputado tendrá que comparecer ante un juzgado de Jaén junto a otras personas que podrían estar también involucradas en las presuntas irregularidades. En concreto, se investiga en esta causa la asignación de los trabajos de mantenimiento de alumbrado público, semáforos y fuentes sin contrato entre 2012 y 2014. Al no existir soporte contractual, la intervención municipal se opuso al pago de facturas, pero el entonces alcalde ordenó el pago.

Según la investigación, estos pagos se hacían contra la presentación de facturas por grandes cantidades de horas de trabajo o multiplicando el coste del material empleado en el mantenimiento, que pudo suponer un sobrecoste de 3,6 millones de euros para el Ayuntamiento de Jaén, uno de los más endeudados de España.