Pese a ello, han sido millares los asistentes que no han podido comulgar dada la aglomeración de peregrinos en las calles adyacentes y que cortaban practicamente el paso a quienes se hallaban detrás.

En la ceremonia litúrgica de canonización de Josemaria Escrivá de Balaguer, a la que asistieron casi trescientas mil personas, según la organización, concelebraron 42 personas entre cardenales, arzobispos, obispos y sacerdotes.

Entre ellos se econtraban el cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio Maria Rouco Varela; el prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarria y el obispo de Barbastro, ciudad donde nació el santo, monseñor Omella.

A la izquierda del altar se encontraban mas de 400 autoridades eclesiásticas, muchas de las cuales han llegado a Roma al frente de grupos de peregrinos de sus propios países. Cabe destacar la presencia de 50 obispos africanos, 53 españoles y 55 italianos.

ntre las autoridades civiles que asistieron a la ceremonia se encontraban, junto a la delegacion española presidida por la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, el vicepresidente del Consejo de Ministros italiano Gianfranco Fini.

45.000 FLORES

Las 45.000 flores con las que ha sido adornada la escalinata de San Pedro, ante el altar, habían llegado desde Ecuador, donadas por un devoto del nuevo santo, floricultor de profesión. Por su parte, una cooperativa italiana aportó 7.000 rosas, clavelesanturios.

Además, un empresario alemán donó cientos de ramos de flores que fueron trasladados desde Amsterdam. A esta aportacion floral se ha unido un grupo de australianos que trajeron desde su país 200 waratahs, unas flores autóctonas de color rojo que acompañarán las reliquias de San Josemaria Escrivá, durante los días en las que estarán expuestas para su veneración en la Basílica de San Eugenio.

Esta tarde, mientras se celebra en la embajada de España una recepción oficial ofrecida por la miistra de Asuntos Exteriores al prelado del Opus Dei, el alcalde de Civitavecchia colocará una placa con el nombre del santo en el principal muelle del puerto de esa localidad.