Así lo anunció Carmena durante su visita al barrio de Lavapiés, la primera oficial desde los disturbios suscitados por la muerte del mantero senegalés Mame Mbayé. Allí comunicó que en una entrevista que ya tenía concertada para mañana con Báñez le planteará “desligar la tarjeta de residencia de (la posibilidad de) hacer trabajos temporales legales".

Lo argumentó señalando que “no podemos tener trabajadores sin papeles a los que no les dejamos trabajar, cuando necesitamos trabajadores”, particularmente en el sector de la construcción.

Carmena aseguró que los promotores inmobiliarios y constructores le dicen que tienen muchas dificultades para encontrar albañiles, encofradores y demás, y desde el punto de vista municipal recordó que la EMVS está construyendo 30 edificios donde estaría muy bien emplear a estos inmigrantes, numerosos en Lavapiés.

La alcaldesa puso en valor los cursos de albañilería y similares que ha puesto en marcha el Área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo para inmigrantes, y el concejal presidente del distrito Centro, Jorge García Castaño, apuntaló que “cuanta más legalidad, mejor convivencia y ganancia para todos”, y que “eso es lo que le pedimos al Gobierno central”.

Carmena mencionó como otros de los aspectos que trató en Lavapiés con asociaciones de inmigrantes que antes del 28 de junio estará en marcha un servicio por el que voluntarios enseñarán español a estas personas y ayudarán a sus hijos a hacer las tareas escolares cuando tengan problemas idiomáticos; que las multas por venta ilegal en la calle, que casi nunca pueden sufragar, serán sustituidas por trabajos comunitarios; y, finalmente, que se estudiará facilitar licencias a esos vendedores siempre que vendan productos legales.