Aguado dijo a Garrido que “lo más importante es no decepcionar a más de 600.000 familias que podrían beneficiarse de esta ley” y manifestó que aunque “su Presidencia será interina, sus competencias son plenas, así que úselas”.

Recordó que “hace dos años, Cs trajo a la Asamblea una iniciativa útil y necesaria que con mucho trabajo y consenso salió adelante y que, sin embargo, ustedes llevan un año para implantar”.

Tras criticar que “el Gobierno no le dé a esta ley la importancia que merece”, instó a Garrido a aplicar la ley, que "servirá para que miles familias madrileñas lleguen más desahogadas a la cuesta de septiembre o incluso que puedan irse de vacaciones una semana”.

Se refirió al “espíritu inicial y el carácter universal de la medida, que pretendía que no se aplicasen criterios de renta a la hora de conceder las ayudas”, y criticó “la orden emitida hace unas semanas por la Consejería de Educación, que endurece los criterios de acceso al préstamo de libros”.

“Todavía estamos a tiempo”, indicó Aguado, quien añadió que “quedan cuatro meses hasta que empiece el curso y por eso le pido que corrija esa orden y que informe convenientemente a los centros y profesores sobre cómo aplicar la ley y cómo acogerse al sistema de préstamo de libros”.

Por su parte, Garrido dijo que el programa que organiza el sistema de préstamo voluntario de libros de texto necesita una "puesta en marcha gradual" y afirmó que hay que “dotar de transparencia y seguridad jurídica” esta iniciativa.

Dijo que “estamos trabajando en un acuerdo marco” para llevar a cabo esta propuesta y explicó que se necesitan varios meses para ejecutarlo.

“Las cosas pintan bien”, dijo Garrido, quien explicó que en una primera etapa se beneficiarán este curso los alumnos que más lo necesitan, las familias de 150.000 estudiantes con recursos limitados. “En una segunda etapa”, añadió, ”durante el curso 2019-20, cuando ya contemos con ese acuerdo marco, se extenderá a todas las familias”.