Este próximo lunes, 14 de mayo, tendrá lugar la segunda votación, en la que basta con mayoría simple para conseguir la investidura, por lo que un resultado idéntico al de hoy valdría para que Torra fuera nombrado presidente de la Generalitat.

No obstante, el Consejo Político de la CUP se va a reunir este domingo para decidir si mantiene la abstención o vota en contra, opción esta última que llevaría a hacer fracasar la investidura del candidato de Junts Per Catalunya.

La votación se desarrolló de forma individual, por llamada y a viva voz, de forma que los diputados fueron pronunciando las palabras "sí", "no" o "abstención" desde su escaño.

Dado que Torra no obtuvo los votos necesarios para ser investido este sábado, según informó el presidente del Parlament, Roger Torrent, el debate se reanudará el lunes a las 10.30 horas.

CONVENCER A LA CUP

Torra intentó en sus intervenciones acercarse a la CUP, que este deomingo decidirá en una reunión de su Consejo Político el sentido de su voto en segunda vuelta. Por su parte, el portavoz de la formación anticapitalista, Carles Riera, se mostró exigente con el candidato, quien garantizó que si es presidente de la Generalitat “no va a hacer autonomismo” y resaltó que la CUP “forma parte de la solución” para trazar la hoja de ruta independentista en Cataluña.

“Éste es un momento fundacional del país. Este Gobierno no va a hacer autonomismo”, dijo Torra al diputado anticapitalista, después de que éste propusiera en su intervención comenzar una estrategia de desobediencia civil y alcanzar la República con medidas como la creación de una asamblea de electos.

Por su parte, Riera se mostró muy crítico tras el discurso del candidato a la Presidencia del gobierno catalán y abrió incluso la puerta a no facilitarle la investidura al considerar que no existe un plan “consistente” para la viabilidad de la República catalana.

Quim Torra prometió este sábado ser leal al mandato emanado de las urnas en la consulta ilegal del pasado 1 de octubre y admitió que el presidente “legítimo” continúa siendo Carles Puigdemont. Durante su discurso, no dejó de hacer referencias al expresidente de la Generalitat y a los exconsellers exiliados diciendo que él no debería aspirar a este cargo, sino Puigdemont, y que en el hemiciclo deberían estar “los presos políticos y exiliados”.

Aprovechó también para mostrarse dispuesto a hablar con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a quien le emplazó a hablar “de Gobierno a Gobierno”. Además, se dirigió al rey Felipe VI, al que censuró su postura frente al desafío independentista en Cataluña. “Majestad, así no”, afirmó. Asimismo, reclamó en inglés al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Junker, a implicarse para resolver la crisis catalana.

La respuesta del Ejecutivo central a Torra no se hizo esperar en esta jornada y Moncloa hizo público un comunicado minutos después de que Torra pronunciara su discurso en el Parlamento autonómico. El Gobierno de Rajoy advirtió de que estará “muy vigilante” a los pasos del nuevo Govern, en caso de que Torra consiga ser investido el lunes, y avisó de que “cualquier ilegalidad será reparada y cualquier vulneración de nuestro marco constitucional será respondida”.

Asimismo, la Presidencia del Gobierno criticó el discurso “sectario” y “frentista” de Junts Per Catalunya, con el que considera que este grupo político “renuncia” a gobernar para el conjunto de los catalanes.

En los mismos términos se expresó esta mañana Rajoy, quien dijo en Jerez de la Frontera que juzgará a Torra por sus hechos, aunque indicó que no le gustaron las palabras de Torra. “Lo que hemos visto y escuchado no nos gusta”, aseguró el jefe del Ejecutivo.