Las detenciones se produjeron dentro de una operación conjunta de la Policía Nacional y las autoridades marroquíes que dio como resultado el arresto de cinco personas, las dos antes citadas en España y las otras tres en Marruecos. Supuestamente formaban parte de una estructura de reclutamiento y adoctrinamiento del Estado Islámico que animaba a cometer atentados en Europa.

Según los investigadores, los miembros de la célula estaban en contacto directo con los combatientes sirios e iraquíes y reclutaban a jóvenes de Marruecos y España para que se alistaran en las filas del Daesh. Todos ellos estaban conectados a través de las redes sociales y reproducían y difundían los mensajes de la organización terrorista, en especial los que abogaban por atentar en Europa. En varios de los documentos audiovisuales difundidos por los detenidos se enseñaba el uso de armas blancas a los posibles combatientes y también sobre técnicas de decapitación.