Así se pronunció en una entrevista en Antena 3 recogida por Servimedia, después de que ayer Rivera asegurase que retira su apoyo en la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña al considerar que el jefe del Ejecutivo ha incurrido en “dejación de funciones”.

En palabras de Rajoy, este es un “episodio poco importante en un asunto que es el más importante que ha tenido España en mucho tiempo”. Es más, se declaró “optimista” a este respecto y prometió que hará “todo lo que sea necesario” para mantener este pacto que fue fruto del acuerdo.

Para Rajoy, el pacto no se ha roto y este es “un tema muy menor si lo comparamos con la mayor”. En consecuencia, recomendó a Rivera dejar “los pequeñitos detalles” porque “estamos de acuerdo en lo esencial y no estamos de acuerdo en un recurso”.

El jefe del Ejecutivo se refirió así a la exigencia de Cs de recurrir el voto delegado de Carles Puigdemont y Toni Comín, algo que los servicios jurídicos desaconsejan al Gobierno porque “entienden que no tiene legitimación y no iba a ser admitido por los tribunales”.

Sobre este asunto Rajoy y Rivera tuvieron ayer una sonada trifulca, en la que el presidente llegó a catalogar al líder de Cs de “aprovechategui”, un vocablo que se suele usar coloquialmente en el País Vasco. “Me salió”, se justificó esta mañana Rajoy, que dijo desconocer que tuviera origen vasco.

“No sé si fue afortunado o no, pero vistas las cosas que se ven en el Congreso me parece que soy bastante educado”, declaró el presidente, para a renglón seguido asegurar que no considera que Cs esté “arrebatando nada” al PP pese a su alza en las encuestas. Es más, siguió refiriéndose a este partido como su “socio” y apuntó a Podemos como su “mayor adversario”.

Quitó hierro así a las encuestas que vaticinan una caída electoral del PP. “Tienen el valor que tienen”, sostuvo, al tiempo que consideró que los estudios demoscópicos son “simplemente un estímulo” para seguir esforzándose. Dicho esto, se declaró un gobernante “tranquilo”, lo cual es mejor que “un estresado”, según defendió.

SU FUTURO

Preguntado por cómo se ve en el año 2021, Rajoy fue a la mayor, como suele decir, y dijo que su deseo para ese año es que “los españoles sean más felices”. “¿Y usted?”, le preguntó la entrevistadora, a lo que respondió que intenta ser “positivo” aunque la vida tenga sus “momentos buenos y malos”.

Su futuro político, indicó Rajoy esbozando una media sonrisa, dependerá de los españoles y del propio PP, aunque remarcó que lo que le gusta es trabajar por España y estará “a disposición” de su partido. “Aún queda tiempo”, dijo con semblante relajado.

Además, el líder de los populares salió al paso de los comentarios que apuntan a que otro gallego, en este caso el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, podría ser su sucesor aseverando que “decir dicen muchas cosas” pero que no suele enterarse de “la mayoría de rumores que circulan por ahí”.

PROBLEMAS RAJOY

Rajoy reconoció que los problemas más acuciantes que afronta como presidente del Gobierno tienen que ver con Cataluña y con la economía española. Catalogó de “urgencia nacional” la formación de un Gobierno catalán y prometió dialogar con el único límite de la ley.

En materia económica, se congratuló de que ahora se puedan realizar mejoras que en los años de la crisis eran impensables. En concreto, se refirió a la subida de las pensiones y vio “fundamental” volver al Pacto de Toledo para intentar que sea en este foro donde se fragüen entendimientos que son “cosa de todos y no de un partido”.

“Nuestro sistema de pensiones será mejor en la medida que se cree empleo”, manifestó Rajoy, que también se mostró favorable a seguir subiendo los salarios “gradualmente”. “Si somos sensatos, podemos ir subiendo cada año un poco y eso será bueno para la gente y nos garantiza subidas durante muchos años”, sopesó.

En cuanto a la brecha salarial entre hombres y mujeres, recordó que en la Administración Pública el sueldo es “igual” ante el mismo trabajo y las mismas horas. En la vida privada, explicó que la ley prohíbe sueldos diferentes ante el mismo trabajo y que “otra cosa es que haya fraude en al algunas ocasiones, en cuyo caso hay que hacer un esfuerzo a mayores para que la inspección actúe”.

Analizó que la brecha salarial viene porque a las mujeres les cuesta “mucho más” acceder a cargos directivos. De hecho, remarcó un “dato muy significativo” y es que hay un 60% de mujeres universitarias en España y en el mercado laboral la cifra desciende al 45%. “Eso es malo para las mujeres y el país”, admitió, alegando que “se pierde el talento de muchísima gente”.

Por ello, pidió “hacer un esfuerzo todos”, en especial las empresas. “Este es el tema del futuro y me lo tomo muy en serio. Tenemos que trabajar ahora en la empresa privada en los cargos directivos”, remachó el presidente del Gobierno.