Con motivo de la celebración este miércoles del Día Europeo de la Insuficiencia Cardíaca, la FEC explicó que el hierro es un micronutriente importante para la formación de la hemoglobina y los glóbulos rojos que actúa como fuente de energía para toda la función celular. El déficit del mismo, con o sin anemia, se reconoce cada vez más como una importante comorbilidad en pacientes con insuficiencia cardiaca.

Sobre sus causas, síntomas y tratamiento, el doctor Alberto Esteban, cardiólogo de la unidad de Insuficiencia Cardíaca del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y miembro de la FEC, dará una conferencia esta tarde en el marco del VI Foro de Salud Cardiovascular para Pacientes y Familiares.

“El déficit de hierro en los pacientes con insuficiencia cardiaca va asociado a la parte inflamatoria de la enfermedad y es el responsable de parte de los síntomas que tienen: cansancio, fatiga, debilidad o intolerancia al ejercicio”, explicó este experto.

El déficit de hierro se diagnostica por los síntomas y con un simple análisis de sangre. Cuando se corrigen los niveles de hierro, los pacientes con insuficiencia cardiaca mejoran mucho funcionalmente y de ahí la importancia de un correcto tratamiento.

A este respecto, el doctor Esteban destacó que “se ha comprobado que el hierro oral no suele funcionar porque no corrige el déficit y, además, se tolera mal. El tratamiento intravenoso es más directo y mucho más efectivo”.

En este contexto, la FEC insistió en la importancia del consumo de alimentos ricos en hierro y recordó que el hierro que ingerimos a través de la alimentación puede ser de origen animal o vegetal. Según el doctor Esteban, “el hierro que mejor se absorbe es el de origen animal”, como el de carnes rojas, pavo, conejo, hígado, pescado (sardina, pescadilla, lubina, rape), crustáceos (almejas, chirlas, berberechos, mejillones) y la yema de huevo.

Entre los vegetales destacan las verduras de hoja (espinacas, acelgas, lombarda, perejil), las legumbres y los frutos secos (pistachos y pipas de girasol).