El informe, elaborado a partir de los datos de inversión en los principales países europeos, habla del “interés de la comunidad inversora por este tipo de activos alternativos”, cuya inversión aumentó en Europa en 2017 un 29% respecto al año anterior, hasta los 13.600 millones.

La mencionada cifra récord de 2017 en España responde, según el informe, a dos operaciones: la venta del portafolio de Resa por parte de Azora a AXA, CBRE GIP y Greystar por 400 millones de euros (reportados), y la del portafolio de RIO por parte de Oaktree a GSA por 180 millones de euros.

El estudio destaca que el mercado español se encuentra “en fase de crecimiento”, aunque tiene actualmente una oferta de este tipo de activos alternativos “aún escasa”, en torno al 7%, pero con rentabilidades ‘prime’ cercanas al 5,5%. El mercado dispone de un total de 93.000 espacios y está dominado, de momento, por “pocos operadores privados”.

El socio de Cushman & Wakefield y director de su Espacio de Negocios de Mercados de Capital, Reno Cardiff, augura que “en 2018 entrarán aún más fondos internacionales en España interesados en invertir en activos alternativos”. Cardiff también señala que “para la comunidad inversora, España es un mercado atractivo por la combinación de tres factores: el elevado nombre de universidades reconocidas internacionalmente, la capacidad de atraer estudiantes de todo el mundo y la escasez de alojamiento y de calidad para los estudiantes internacionales”.