Durante la inauguración de la Semana de la Administración Abierta, Montoro destacó la labor de la Administración Pública y la importancia de los servicios que presta a los ciudadanos, pero afirmó que “sigue habiendo muchos obstáculos dentro de nuestras administraciones, siguen existiendo muchas resistencias dentro de las administraciones y eso no tiene ningún sentido”.

Así, el ministro aseguró que los ciudadanos “tienen todo el derecho” a quejarse de tener que esperar meses para obtener un trámite administrativo, por ejemplo para abrir un negocio. “Tienen razón”, reiteró, para a continuación señalar que la Administración tiene que prestar los servicios públicos de una manera rápida y ayudar a promover el crecimiento económico y el bienestar.

Sin embargo, el tono general de la intervención del ministro fue de poner en valor el trabajo de la Administración y su relevancia al prestar a los ciudadanos los servicios públicos del Estado de bienestar.

DESCENTRALIZACIÓN

En este sentido, Montoro defendió la eficiencia del Estado de las autonomías español y destacó que es una de las administraciones más descentralizadas del mundo. “Incluso más que algunos países federales”, señaló, para añadir que “tenemos más capacidad normativa en nuestras comunidades autónomas y ayuntamientos que en muchas administraciones federales”. Puso en valor la importancia “de que en cada pueblo haya un ayuntamiento”, así como la colaboración entre todas las administraciones.

Sobre el Estado autonómico, el responable de Hacienda y Función Pública destacó que “a veces se transmite que el Estado de las autonomías es elefántico” y que tiene duplicidades en sus funciones. “Eso no es verdad”, aseguró, para negar dichas afirmaciones y acto seguido indicar que la Administración española supone alrededor del 41% del PIB, lo que la convierte en “una de las más pequeñas de Europa y del mundo desarrollado”.

En esta misma línea, el ministro explicó que antes el Estado español “era de los más centralizados” y que no llegaba ni al 25% del PIB. Así, puso en valor que “en estos 40 años hemos sido capaces de construir un Estado que realmente es oferente de servicios públicos de calidad y que incorpora el Estado de bienestar”.

Además, subrayó “dos grandes servicios” ofrecidos por el Estado: “la igualdad de oportunidades”, a través del acceso “a servicios públicos tan importantes como la educación y la sanidad”, y “la garantia de renta para millones de españoles que no pueden participar en un sistema de bienestar si no es a través de las rentas públicas”, como las pensione o las ayudas por incapacidad.

Por último, animó a los jóvenes a entrar en la Función Pública, al considerar que “somos una Administración envejecida” y que la Administración supone “una oportunidad laboral”. Además, negó que la Administración sea “un refugio laboral” y defendió que “desarrollan actividades completamente diferentes de las del sector privado, y por eso tienen condiciones laborales completamente diferentes”.