Según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Ejecutivo trasladó sus “más sentidas” condolencias a los familiares de las víctimas y su “vivo deseo” de una “pronta recuperación” a los heridos.

También reiteró su solidaridad con el pueblo y las autoridades afganas, así como con los compañeros de los periodistas que figuran entre las víctimas y que fallecieron “cuando mostraban al mundo la barbarie y la crueldad de los responsables de estos actos terroristas”.

El Gobierno expresó su “pleno apoyo” a los esfuerzos de Afganistán en la lucha contra el terrorismo y en la búsqueda de la paz y la estabilidad para el pueblo afgano.

Dos atentados suicidas han causado al menos 25 muertos –entre ellos varios periodistas- y alrededor de 40 heridos en Kabul. La primera bomba estalló en las inmediaciones de la oficina de los servicios de inteligencia afganos y la segunda entre los periodistas que habían ido a cubrir la explosión.

El grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (EI) se ha atribuido la autoría del atentado.