IU quiere cambiar su afiliación tradicional por "redes de activistas" propias de un "movimiento popular"
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La dirección de Izquierda Unida quiere cambiar su afiliación tradicional propia de un partido político clásico por "redes de activistas" estructuradas en torno a problemas y conflictos sociales concretos, más propias del "movimiento popular" que quiere ser, tal y como ya estableció en su última Asamblea Federal.
Así consta en el borrador del documento 'Propuestas e hitos para la construcción del Movimiento Político y Social', que se ha enviado a las federaciones de cara a la Asamblea de nuevo modelo organizativo y estatutos que se celebrará el próximo mes de julio.
En el documento, la dirección recuerda que Izquierda Unida defiende desde su constitución que no es un partido "al uso" sino un movimiento político y social, aunque en su evolución ha avanzado inexorablemente hacia la realidad orgánica de un partido. Por ello, la apuesta de la última Asamblea fue "deshacer los elementos" que fuerzan esa circunstancia y "afianzar" los propios de un movimiento.
De cara a la conferencia en la que se deben analizar esos cambios, la dirección alerta de que es necesario "abandonar la estructura de partido político clásico y avanzar hacia el movimiento político y social", sin volver a generar "una refundación fracasada que desanime a nuestra militancia y que transmita el mensaje de que seguimos siendo un partido político clásico".
Para lograr ese objetivo, el documento plantea plasmar esos cambios en los estatutos, por ejemplo con la obligatoriedad del sufragio universal para todos los procesos, de los afiliados en los internos y también de los simpatizantes en los externos, es decir, los electorales.
En esa evolución, se prevé la desaparición de las personas jurídicas que son las federaciones, que deberán "o bien disolver o bien modificar el nombre del partido que tengan registrado", de tal forma que Izquierda Unida "y sus siglas no figure en la denominación de dicho partido".
La dirección entiende que los recursos de la organización están al servicio de toda ella y deben servir para implementar las medidas aprobadas en todo el territorio. Por ello, considera necesario "resolver" la deuda que ahora tiene Izquierda Unida, dado que un movimiento que pretende cambiar la sociedad "no puede tener deuda bancaria". "Por lo tanto, modificaremos los estatutos para señalar mecanismos que permitan centralizar recursos si así fuese necesario", indica.
Pretende también unificar la cuota, con una propuesta de 5 euros al mes, y la salvedad de que las federaciones que cobran más puedan consultar al Tribunal de Cuentas la posibilidad de percibir el resto como "ingreso en concepto de aportaciones". De esa cantidad, un tercio iría a la dirección federal y los dos restantes lo distribuirían las federaciones.
Otra propuesta es que el límite de tres veces el Salario Mínimo Interprofesional sea el sueldo máximo para todos los cargos públicos y orgánicos de IU, y explicitar "con mayor claridad la dependencia y vinculación orgánica de los grupos institucionales a la organización".
CUATRO FORMAS POSIBLES DE PARTICIPAR
Para que ser "un movimiento amplio donde cada una pueda participar según sus condiciones", se plantean cuatro figuras: los afiliados, con derecho a elegir a las direcciones mediante sufragio universal, participación en los órganos y en la organización, decisión de la política a desarrollar, elección de candidatos electorales y puesta en marcha de revocatorios; los activistas, el colectivo de personas que se organizan de forma horizontal en torno a temas sectoriales y conflictos concretos; los activistas afiliados, personas vinculadas a una o varias redes de activistas que quieran afiliarse, con una cuota de 24 euros anuales; y simpatizantes, que no pagan cuota y tienen derecho a participar en las primarias y en la elaboración del programa político, así como en las revocaciones y en las votaciones de documentos políticos de las asambleas.
En ese punto, el documento establece que "la apuesta principal de la organización son las redes de activistas como germen de la construcción del Movimiento Popular". Las redes, explica, deben ser un colectivo de personas, militantes o no, "que se organizan de forma horizontal en torno a temas que les interesen y cuyo papel es el impulso del bloque social y político", y serán "un espacio desde el que disputar la hegemonía de ese bloque donde fuerzas políticas y sociales se encuentran, porque sabemos que es desde la intervención en el conflicto desde donde se construye unidad popular".
El objetivo político es generar espacios de participación más abiertos, y las redes de activistas deben "apuntalar el necesario cambio de cultura política en nuestra organización". Durante los dos años que quedan hasta la siguiente asamblea coexistirán las dos estructuras, la de áreas y la de redes de activistas, hasta que solo queden éstas.
"Con estos cambios y este proceso intentaríamos cerrar el proceso de abandonar la IU Partido Político en la Asamblea de Estatutos y marcaríamos que en los dos años que restan hasta la celebración de la Asamblea Federal finalizaremos el proceso para la construcción de un Movimiento Popular que aspire a construir una sociedad mejor día a día", concluye el informe.
(SERVIMEDIA)
29 Abr 2018
CLC/gja