Así se desprende de un estudio específico del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), cuyo trabajo de campo se hizo justo después de las elecciones. Si hubiera sabido el resultado de las urnas, el 86,8% de quienes fueron a votar habrían votado por la misma opción que eligieron, mientras que el 6,3% se habría abstenido o habría votado en blanco, y solo el 2,5% reconoce que su voto habría sido a otra candidatura.

De quienes votaron, el el 64,7% asegura que tenía decidido su voto desde hacía bastante tiempo, antes del inicio de la campaña, mientras que el 10,4% lo decidió en la primera semana de campaña y el 15,6% en la segunda semana, y el 8,8% tomó su decisión el mismo día de las elecciones.

El estudio indica que el recuerdo de voto, es decir, lo que los ciudadanos reconocen haber votado, es menor al resultado de las elecciones en prácticamente todas las candidaturas, con la única excepción de Catalunya En Comú Podem y la CUP.

Así, aunque Ciudadanos obtuvo el 25,35% de los votos en las elecciones, el recuerdo de voto es solo del 16,9%. En el caso de Junts per Catalunya su recuerdo de voto es del 16,5% pero obtuvo el 21,66% de los sufragios en las elecciones; ERC se quedó con el 21,38% de los votos pero solo el 18,6% reconocen haber votado a esa lista; el PSC tiene un recuerdo del 10,5% pero sus votos fueron el 13,86; y el PP obtuvo el 4,24% de los votos pero su recuerdo es del 1,4%.

En el caso de Catalunya en Comú Podem, su recuerdo de voto es del 8,3%, más del 7,46% que obtuvo en las elecciones, igual que la CUP, a quien dicen haber votado el 4,5% de los catalanes aunque sus votos reales en las urnas fueron el 4,46%.

El sondeo se hizo a partir de 2.450 entrevistas personales en domicilios en un total de 182 municipios, de ellas 999 en Barcelona, 479 en Girona, 494 en Lleida y 478 en Tarragona, entre el 28 de diciembre y el 25 de enero, con margen de error del 2%.