En una rueda de prensa en Ferraz, Sánchez comentó que el comunicado de ETA es “el reconocimiento de una realidad”, la de que “fue derrotada por la democracia española”, aunque le hubiera gustado que lo hubiera hecho “hace mucho tiempo”, pues su derrota se consumó cuando anunciaron que dejaban de matar”, en octubre de 2011.

En este sentido, quiso mencionar a “tres personas que culminaron el combate de generaciones: el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, su ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba y quien era entonces lehendakari y ahora forma parte de la Ejecutiva de Sánchez, Patxi López. Fuentes socialistas explicaron que Sánchez llamó por teléfono a los tres esta mañana (además de al presidente de la Asociación de Víctimas del Terorismo), y que encontró a Zapatero emocionado y a Rubalcaba contento por el hito que supone el comunicado de ETA. Ambos exlíderes socialistas se opusieron a su candidatura a recuperar la Secretaría General del PSOE y Rubalcaba se enfrentó con él tras no apoyar a Elena Valenciano para presidir el grupo parlamenario de los socialdemócratas europeos.

Por lo demás, Sánchez calificó de “victoria amarga” la de la democracia española, por la gran cantidad de víctimas que ha dejado, y manifestó a éstas como “consuelo sin duda insuficiente” el apoyo, abrigo, reconocimiento y respeto del PSOE y la sociedad. Confiando en que el comunicado de hoy “sea el punto final”, el líder socialista emplazó a “la tarea de que no se reescriba la historia” y prevalezca el relato de que hubo una “defensa legítima de la democracia frente al totalitarismo”.

Por último, enjuició que la izquierda abertzale “tiene que reconocer su responsabilidad”, mientras que, preguntado si el Gobierno debe ser más flexible en política penitenciaria, contestó que “lo que tiene que hacer es aplicar la ley”, que establece “perfectamente el itinerario que tienen que reconocer los presos de ETA”.