“En enero y febrero dejaron de caer los ingresos del turismo en Barcelona, pero en marzo volvió a haber nuevos brotes de inestabilidad y se ha notado”, dijo Óscar Perelli, director de Estudios de Exceltur.

Según los datos de esta asociación, el 73% de las empresas catalanas aseguran que tuvieron en este primer trimestre del año peores resultados que en el mismo periodo de 2017. Y en Semana Santa, el 80% de las empresas hacen un balance peor que la Pascua del año pasado.

“Cada vez que hay inestabilidad política, los resultados empeoran”, dijo Perelli. “Pasó en octubre y diciembre del año pasado, y ahora ha vuelto a pasar en marzo”.

Según el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, la lenta recuperación del turismo catalán no obedece solo a factores como un posible rechazo a lo catalán, sino también a la mala gestión que se está haciendo de las viviendas de uso turístico en la Ciudad Condal, que penaliza a los establecimientos hoteleros y expulsa al residente tradicional del centro de la capital catalana.

Para los próximos meses, Exceltur espera una “cierta normalización” de la actividad turística en Cataluña, “pero todo dependerá de que la inestabilidad se deje sentir con protestas en la calle”.