El director de trabajo de incidencia sobre Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional Estados Unidos, Raed Jarrar, indicó en un comunicado que “el pueblo de Siria ya soportó seis años de ataques devastadores, incluidos ataques químicos, muchos de los cuales son crímenes de guerra”.

“Se deben tomar todas las precauciones para minimizar el daño a los civiles en cualquier acción militar. Las personas que ya viven con miedo a perder sus vidas en ataques ilegales no deben ser castigadas por las presuntas violaciones del Gobierno sirio”, añadió.

Jarrar indicó que el conflicto sirio ha causado una crisis de refugiados, con “millones de personas que han huido de Siria para escapar de la violencia y la persecución”.

“La administración de Trump no debe darle la espalda al sufrimiento de hombres, mujeres y niños al continuar prohibiendo a los refugiados entrar en Estados Unidos. Es hora de que Estados Unidos vuelva a abrir las puertas a las personas que intentan escapar de la violencia en Siria", concluyó. Trump decretó el año pasado la prohibición de que ciudadanos de varios países, entre ellos Siria, puedan ingresar en Estados Unidos.