Montserrat se expresó en estos términos durante la sesión de control al Gobierno celebrada en el Congreso de los Diputados como respuesta a una pregunta planteada por la diputada del Grupo Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea Ione Belarra acerca de si considera que el citado proyecto ”permite garantizar los derechos de las personas en situación de dependencia, de las mujeres y de los niños y niñas de este país” y “el derecho a la salud de toda la ciudadanía”.

A juicio de la ministra, de aprobarse estos Presupuestos se garantizarían “los derechos de las personas y de las familias y por tanto también de la infancia”, puesto que “contribuyen a crear empleo” y “distribuyen los beneficios de la recuperación social para que lleguen a todas y cada una de las familias y a todos y cada uno de los españoles”.

En este sentido, argumentó que los Presupuestos Generales del Estado de 2018 serían “los más sociales de la historia”, al destinar “196.782 millones de euros a gasto social”, es decir, “casi un 56% del gasto total”.

Montserrat detalló alguna de las medidas que se contemplan en este proyecto como, por ejemplo, “incrementar un 5% (46 millones de euros) los gastos para el cuidado de familiares en situación de dependencia”, así como “un 3% las pensiones mínimas no contributivas y un 2% las pensiones de viudedad”.

“Esto es apoyar a las familias”, presumió la ministra, que remarcó que “trabajamos por las familias y por todos los españoles”, como demuestra, a su juicio, ofrecer “la posibilidad voluntaria de que las empresas pongan una cruz en el Impuesto de Sociedades para dedicar un 0,7% de sus beneficios a los programas sociales”, como ocurre con las personas en el IRPF.

“LOS RECORTES SE QUEDAN”

Por su parte, Belarra criticó que quien ideó estos Presupuestos fue el ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, un ministro “que ha sido reprobado por esta cámara por hacer una amnistía fiscal anticonstitucional para sus amiguetes” y como consecuencia de ello “se ha dejado a la gente fuera”.

Finalmente, lamentó que “100 personas al día van a seguir muriendo en nuestro país con la ayuda a la dependencia concedida y sin llegar a cobrarla nunca”, puesto que, a pesar de la recuperación del PIB español, “los recortes no se van, se quedan”.