En rueda de prensa en la Cámara Baja, consideró “muy positivo” que el Gobierno alemán señalase ayer que fue un “malentendido” las declaraciones de la ministra de Justicia de este país, la socialdemócrata Katarina Barley, en las que dijo ver “absolutamente correcta” la decisión de la Justicia de su país sobre el presidente cesado de la Generalitat.

“Espero que en la Justicia alemana se estén dando cuenta de la repercusión de sus actuaciones”, aseveró, al tiempo que alertó del peligro de que una parte de Europa, ya sea “Alemania, Bélgica, Suiza, Lituania o donde sea”, se convierta en “santuario de golpistas”.

Por ello, pidió a los jueces alemanes que respeten al juez del Supremo Pablo Llarena, que ha hecho la instrucción en España, porque “ellos no pueden convertirse en juzgadores de los jueces”. “¡Que entreguen a los golpistas para que respondan ante los tribunales de su país!”, solicitó, alegando que Puigdemont “ha pretendido destruir España y ha estimulado la confrontación violenta entre catalanes”.