Por su parte, la perspectiva del rating pasa de positiva a estable. Además, el rating a corto plazo también mejora, de ‘A-3’ hasta ‘A-2’.

La agencia de calificación también eleva los ratings a largo plazo y corto plazo de BFA (la matriz de Bankia) en un escalón, desde ‘BB+’ hasta ‘BBB-‘ y desde ‘B’ hasta ‘A-3’, respectivamente.

S&P espera que su métrica de capital para Bankia mejore para finales de 2019, gracias a la generación orgánica de capital y la emisión de instrumentos híbridos. Tambien apunta que la mejoría en el riesgo económico de España añadiría 100 puntos básicos al ratio de capital.

La agencia de calificación prevé que Bankia reduzca su ratio de activos problemáticos por debajo del 10% en los dos próximos años, y al mismo tiempo mejore la rentabilidad recurrente tras la integración de BMN.

Además, la subida del rating a largo plazo de Bankia es consecuencia de la mejora de la “valoración del entorno económico y sectorial de los bancos” que operan en España, tras la reciente subida del rating soberano.