Así se desprende del ‘Informe sobre Delitos de Odio en la Comunidad de Madrid’ elaborado por el Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia y al que ha tenido acceso Servimedia, donde se dibuja la intolerancia que aún sufre este colectivo a día de hoy.

Siete de cada 10 agresiones contra el colectivo LGTB en la región fueron contra hombres homosexuales, seguidos de lesbianas (13%) y transexuales (12%). Además, nueve personas heterosexuales también fueron víctimas de conductas de odio hacia el colectivo LGTB.

Sin embargo, estos casos serían aún mayores, ya que las 321 agresiones son solo “las que hemos sido capaces de registrar”, precisó la entidad.

Lo que más llama la atención del estudio es la juventud tanto de las víctimas como de los agresores. De hecho, casi el 59% de las personas que sufrieron agresiones lgtbfóbicas eran menores de 25 años, mientras que el 47% de los agresores también lo eran.

El coordinador del informe y vocal de Arcópoli, Rubén López, explicó en declaraciones a Servimedia que el hecho de que los agresores apenas superen los 25 años “demuestra que hay un gran fallo en la educación”, ya que son personas que “han vivido la aprobación de las leyes referentes, la presencia LGTB en los medios y han oído hablar de nuestro colectivo con normalidad”.

Por otro lado, las víctimas LGTB “son sobre todo los conocidos como ‘millennials’, son quienes más han integrado la igualdad y son los más visibles”, añadió este activista, que destaca su preocupación por que estas actitudes homófobas se repitan entre los más jóvenes.

INSULTOS Y ACOSO EN LA RED

La calle sigue siendo el espacio donde más agresiones homófobas se producen, aunque Internet y las redes sociales ocupan ya el segundo lugar elegido por los agresores para exhibir su odio hacia las personas LGTB, con un 14,5% de los casos registrados. Le siguen el transporte público, la propia vivienda –por intolerancia de familiares o personas con las que se convive- o los centros educativos, además de discotecas y clubes.

La forma más común de agresión sigue siendo la verbal, ocupando más de un tercio de las actitudes lgtbfóbicas registradas por el Observatorio. “Casi la mitad de las veces que intentan ofender a la dignidad del colectivo LGTB utilizan la palabra ‘maricón’, que si lo unimos a sus derivados ocupa más del 60% de los insultos referidos a nuestro colectivo”, explicó López.

El discurso del odio -tipificado como delito en el Código Penal español- estuvo presente en al menos 70 casos, mientras que se contabilizaron 57 agresiones físicas sólo en 2017, más de una a la semana. Las amenazas, que se suelen verter en redes sociales, llegaron a 27 con ejemplos como “buen momento para poner una bomba en Chueca”, comentarios que cuentan, según lamentó el Observatorio, con una sensación de “impunidad”.

"AÚN MIRAMOS ATRÁS"

Los datos recopilados en 2017 son 81 más que el año anterior, aunque el aumento puede deberse a la mayor concienciación para denunciar y a los canales cada vez más amplios para hacer llegar este tipo de casos al Observatorio.

De hecho, cuentan con perfiles incluso en las aplicaciones de ‘cruising’ –para tener sexo con desconocidos en lugares públicos- y otros portales de ligue, donde también se producen abusos y delitos de odio.

Y es que, tal y como indicó Rubén López, el colectivo LGTB está integrado por personas que antes de darse un beso con su pareja en público o darse la mano por la calle aún “seguimos mirando atrás”.