En una conversación informal con periodistas durante la recepción posterior al desfile en el Palacio Real, don Juan Carlos confesó que no le gustan estos comportamientos y animó a cuidar la Fiesta Nacional.

El Monarca, vestido con uniforme del Ejército de Tierra con el empleo de capitán general de los Ejércitos, señaló que la parada militar le pareció corta y tranquila, acorde con la situación económica del país, ya que se ha reducido el número de personas y medios que participan, pero suficiente para mostrar el potencial de las Fuerzas Armadas españolas.

Por otra parte, el Rey señaló que las relaciones con Marruecos son muy buenas, aunque agregó que aún “no hay fecha” para su encuentro con el Monarca alauí, Mohamed VI, si bien se mostró convencido de que cuando se produzca "va a ir bien".

Preguntado por el plante de Venezuela en el desfile del Día de la Fiesta Nacional por el Paseo de la Castellana de Madrid, el Monarca optó por no hacer comentarios. "Mi opinión me la reservo", dijo.

35 AÑOS DE REINADO

A poco más de un mes de cumplir los 35 años de reinado, don Juan Carlos bromeó ante los periodistas diciendo que son muchos.

Preguntado por esta efeméride, el Príncipe manifestó que aún no saben si habrá algún tipo de celebración, más allá de un acto familiar, porque el Rey no es muy dado a este tipo de festejos.

Don Felipe también manifestó su contrariedad con los abucheos dirigidos hacia Zapatero en un día que debería ser de celebración, si bien señaló que ya es un asunto “algo recurrente”, que se repite todos los años, y recordó que este tipo de manifestaciones no sólo se han producido con este Gobierno, sino también con otros anteriores.

El heredero de la Corona lamentó que haya personas que aprovechen cualquier ocasión para expresar de esta forma su crítica, sin tener en cuenta el momento, en referencia a los abucheos que se escucharon en una ocasión tan solemne como el homenaje a los caídos.

"PARTE DEL GUIÓN"

En la misma línea, el presidente del Gobierno comentó, respecto los abucheos dirigidos hacia él por una parte del público que asistió al desfile, que es lo de “siempre” y forman “parte del guión” de este día, en el que algunos ciudadanos aprovechan la cercanía del Ejecutivo para expresar su crítica.

Además de estos asuntos y de la ausencia del embajador venezolano en la recepción real, el alto tacón de los zapatos que lucía Esperanza Aguirre también centró algunas de las conversaciones de los 900 invitados asistentes.

Precisamente, en un corrillo informal con los periodistas, la presidenta de la Comunidad de Madrid comentó que antes del inicio del desfile, mientras esperaban la llegada de los Reyes, el presidente del Gobierno y el alcalde de Madrid hablaron sobre la deuda de la capital.

Según Aguirre, Rodríguez Zapatero recriminó en “tono bastante áspero” a Ruiz-Gallardón que quiera más dinero para endeudarse, a lo que el alcalde madrileño le contestó aclarándole que es para “refinanciar la deuda” de la capital, cerca de 7.000 millones de euros.

Tras este comentario, la presidenta de la Comunidad señaló que el presidente le premió por ser la que “mejor cumple”, como ella asegura que también le ha trasladado el propio gobernador del Banco de España.

Por otra parte, Esperanza Aguirre aprovechó la conversación para criticar la organización del desfile militar, por haberse eliminado una de las tribunas para “evitar los abucheos”, mientras se atribuye este recorte de plazas a la falta de espacio.

Algunos de los presentes comentaron el buen aspecto de salud del Monarca, quien, junto a los demás miembros de la Familia Real, aguantó de pie casi hora y media de desfile y la hora larga que duró el besamanos de los 900 invitados que asistieron a la recepción en el Palacio Real.

Al margen de todas estas declaraciones y comentarios, también pudieron observarse algunas situaciones curiosas, como las risas entre el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y el responsable de Economía del PP, Cristóbal Montoro, o las conversaciones tanto del presidente Zapatero como de Mariano Rajoy, líder del PP, con el embajador de EEUU en Madrid, Alan D. Solomont, ambos con una persona haciendo de intérprete.