La nueva Estrategia Nacional sobre Adicciones, aprobada en febrero por el Consejo de Ministros, pone el foco sobre Internet y el juego para poner coto a las nuevas adicciones que han traído consigo las nuevas tecnologías, además de introducir estudios sobre drogas y sustancias adictivas diferenciando el consumo en función del sexo.

Sin embargo, los socialistas piden ir más allá y reclaman “realizar estudios para conocer la incidencia real del problema y los datos de prevalencia que permitan un diagnóstico e intervención precoz”.

La iniciativa contempla también la obligación de que se indique “expresamente” en el etiquetado y la publicidad si los videojuegos llevan asociados ‘micropagos’, de manera que estos queden restringidos y sólo puedan jugarlos los mayores de 18 años. Según las estimaciones de los socialistas, entre el 6,1% y el 8,2% de los adolescentes españoles podrían ser adictos a los videojuegos.