Debate investidura Cataluña
Turull se muestra dispuesto a ser "víctima" antes que “agachar la cabeza”
- Pide al Gobierno dialogar como se hizo en el pasado con Macià o Tarradellas
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El candidato a la Presidencia de la Generalitat de Cataluña, Jordi Turull, se declaró este jueves dispuesto a ser “víctima” de la “represión” del Estado antes que “agachar la cabeza” ante lo que considera su obligación de hacer realidad el mandato emanado de las elecciones del pasado mes de diciembre.
Lo dijo durante su discurso para exponer su programa de gobierno, e un debate marcado por la decisión de la CUP de abstenerse, lo cual impedirá su elección en la primera votación, y por su citación este viernes ante el Tribunal Supremo junto a los demás inculpados por el proceso soberanista para recibir el auto de procesamiento.
Sus primeras palabras fueron para los diputados “privados de libertad” o “fuera del país”, y para dejar claro que muchas voces a su alrededor le han recomendado asumir “riesgo cero” a la vista de “cómo se las gastan” desde el Estado. Sin embargo, añadió, “soy de aquellos que en las responsabilidades pienso que hay que estar a las duras y a las maduras”.
Aseguró que su mayor patrimonio es dormir con la conciencia tranquila y poder mirar a los ojos a los suyos, y si hubiera optado por el confort se habría ahorrado “dolores de cabeza” pero sería “un alma en pena y me costaría mirar a los ojos a mi mujer y a mis hijas”. Por ello, ha preferido “correr el riesgo de ser víctima de la injusticia” antes que “agachar la cabeza y desentenderme en un momento como el actual”.
Se declaró “sereno, convencido, ilusionado” de saber que cuando le pregunten dónde estaba en ese momento de la Historia de Cataluña podrá decir “allí estuve y puse todo lo que estaba en mi mano al servicio de Cataluña”, con sus errores y sus aciertos, porque “quien no lava platos no los rompe”.
Turull desgranó los valores que atribuye al pueblo de Cataluña y que deben guiar al gobierno de la Generalitat, entre ellos su “espíritu de paz”, que ha sido todo un clamor en los últimos tiempos y que ha demostrado que los catalanes “no agacharemos la cabeza ante la injusticia, el miedo y las amenazas”. Un pueblo que busca su dignidad y su libertad, agregó, y al que “nadie podrá vencer jamás”.
"SENTARNOS A LA MISMA MESA"
Al mismo tiempo, prosiguió, “somos gente de pacto y de consenso”, y por ello desde Cataluña “seguiremos ofreciendo diálogo al Gobierno español”, y frente a quienes digan que lo ofrece “con la boca chica” les dijo que todo el mundo puede comprobar el deseo de los catalanes de “sentarnos a la misma mesa política para resolver los problemas que nos atenezan”.
Si ese diálogo fue posible en tiempos de Francesc Macià con la República y de Josep Tarradellas con Adolfo Suárez, dijo, “por qué ahora no ha de ser posible” entre el presidente de la Generalitat que sea investido y el Gobierno de Mariano Rajoy, se preguntó. No puede ser, alertó, que la voz de más de dos millones de catalanes que quieren la independencia no sea escuchada, y que la represión sea toda la respuesta del Estado.
Diálogo, precisó, no implica debilidad ni renuncia, pero sí escuchar, “y hasta ahora no se nos ha querido escuchar” a pesar de que el clamor es “cada vez más fuerte”. Los catalanes, insistió, “estamos preparados para el diálogo” desde la aceptación del “mandato” de las urnas. “No hay alterantiva democrática a la democracia misma”, enfatizó. “La alternativa es la tiranía”.
Turull se dirigió a continuación a los ciudadanos del resto de España y a quienes en Cataluña tienen a España en su corazón, “con quienes compartimos la lengua de Cervantes y de Machado” y que se comprometió a “proteger”´, para decirles que en su programa no hay “el más leve atisbo de ir contra nadie” sino de perseguir la “plena libertad” guiándose por una “sed insaciable de justicia y de paz”.
Aseguró que los catalanes y los demás españoles tienen “vidas entrelazadas” y que saben distinguir al pueblo español de sus actuales gobernantes. Muchos españoles, dijo, han entendido que Cataluña está ejerciendo la democracia y espera el reconocimiento de su personalidad para ponerla al servicio de un mundo mejor. Por ello, la reacción del Estado ha generado “tristeza infinita”, aseguró. “El futuro es nuestro, catalanes y españoles”, añadió, convencido de que ambos sabrán superar los obstáculos porque “nos une el deseo común de vivir libres y en paz”.
Se declaró dispuesto a trabajar “al servicio de todos los catalanes” con un programa de Gobierno que expuso a lo largo de una hora y que parte de la premisa de que la democracia es “un proncipio que lo impregna todo”, por lo que su primera decisión será la restitución democrática de las instituciones y “acabar” con la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña.
Tras exponer su programa aseguró que la legislatura empieza "con los deberes hechos" por haber "frustrado el miedo" y haber vencido en las urnas, y ahora "hay que hacerlo bien" y ser "dignos de la libertad que nos hemos ganado". Lanzó para concluir un "mensaje de tranquilidad, confianza y seguridad" y un llamamiento "de mano tendida" al Gobierno y al jefe del Estado.
(SERVIMEDIA)
22 Mar 2018
CLC/gja/nbc