Alimentación
España es el segundo país de Europa con más consumo de carne
- Hoy se celebra el Día Mundial Sin Carne
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España ocupa el segundo puesto europeo en cuanto al consumo de carne por persona al año, sólo por detrás de Luxemburgo, y el modelo predominante de ganadería industrial es “totalmente insostenible” porque, entre otros motivos, acapara al año alrededor de 48.000 millones de metros cúbicos de agua, lo mismo que todos los hogares españoles en más de 21 años.
Así lo recoge Greenpeace en su informe ‘La insostenible huella de la carne en España’, hecho público este martes con motivo del Día Mundial Sin Carne, que se celebra este 20 de marzo. El estudio analiza el nivel de consumo de estos productos, el tipo de producción y sus consecuencias.
Greenpeace apunta que la producción de carne “sigue disparándose” hasta el punto de que España se está convirtiendo en “un país que contamina su tierra, agua y aire para producir carne y luego exportarla”.
En cuanto a la huella ecológica y territorial, la ganadería fue responsable de la emisión en 2015 de más de 86 millones de toneladas de CO2 equivalente, es decir, casi el doble del sector de agricultura, ganadería, silvicultura y pesca. La producción de forrajes y granos para alimentación animal es responsable de un 56% de estas liberaciones, seguida de las emisiones de metano producidas en la digestión entérica de rumiantes (27%). Por tipo de animales, las mayores emisiones se dan en el porcino y corresponden casi en su totalidad a su alimentación y purines.
Por otra parte, Greenpeace recalca que la ganadería consume 48.000 millones de metros cúbicos de agua, lo equivalente a lo que consumirían todos los hogares españoles durante más de 21 años. En 2015 se produjeron más de 60 millones de metros cúbicos de purines sólo por la ganadería porcina, que terminan incluso contaminado el agua de abastecimiento de muchas poblaciones.
En términos de superficie, cultivar alimentos para la alimentación animal en su conjunto requirió 18 millones de hectáreas, el equivalente al 77% de toda la Superficie Agrícola Utilizada española o al 36% de la superficie total de España.
Otras “cifras que dejan huella” y Greenpeace incluye en su informe son que España es el 14º país en cuanto al consumo mundial de carne por persona y año, el 94% de las emisiones de amoniaco a la atmósfera son originadas por la ganadería industrial, en 2016 se sacrificaron casi 1.700 animales al minuto para consumo humano, la ganadería necesita una superficie equivalente a más de un tercio del territorio español para la producción del alimento para animales y cada persona española consume 257 gramos diarios de carne, cinco veces más que la ingesta dietética de referencia.
“CAMBIO CASI RADICAL”
Por otro lado, Greenpeace apunta que el “cambio casi radical” de la dieta de los españoles en los últimos años al desvirtuar la auténtica dieta mediterránea “está teniendo consecuencias no sólo para las personas, sino también para el planeta”. “Se ha invertido la pirámide alimenticia y se ha pasado de comer ‘cosas con carne’ a comer ‘carne con cosas’ y, con ello, se han incrementado los riesgos para nuestra salud y para el medio ambiente”, añade.
“Tenemos el poder en nuestras manos, o mejor en nuestros platos. La alimentación es una poderosa herramienta que está al alcance de todas las personas y tenemos y debemos hacer uso de ella”, afirmó Luís Ferreirim, responsable de la campaña de Agricultura de Greenpeace España, quien agregó: “Reducir el consumo de carne y lácteos e incrementar los alimentos de origen vegetal, ecológicos y locales es lo mejor que podemos hacer para nuestra salud y la del planeta” ha añadido.
Con el fin de “mejorar la salud del planeta y la de las personas”, Greenpeace demanda a las autoridades españolas que trabajen para reducir la producción de carne y lácteos y conseguir un consumo medio de 300 gramos de carne y 630 gramos de lácteos semanales en 2050, prohíban los nuevos proyectos de ganadería industrial y la ampliación de los existentes y acaben con los subsidios y políticas que respaldan la ganadería industrial y apoye la producción ecológica.
También propone que reduzcan el gasto público en productos de ganadería industrial e incrementen el apoyo económico hacía opciones donde predominen los alimentos de origen vegetal ecológicos y locales. “Los productos animales que se sigan consumiendo también deben ser ecológicos y locales. En particular y con urgencia, se deben adoptar estos criterios para los comedores públicos”, añade.
“Frenar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad implica trabajar activamente en todos los sectores y la agricultura y, en particular, la ganadería pueden jugar un papel muy importante. Es inadmisible que ante el escenario actual se pueda contemplar seguir fomentando la producción industrial y las ‘macrogranjas’”, continuó Ferreirim, que concluyó: “Es fundamental producir preferentemente alimentos para consumo directo humano de origen vegetal, ecológicos y locales y no apoyar las fábricas de cambio climático y destrucción ambiental que son las granjas industriales”.
(SERVIMEDIA)
20 Mar 2018
MGR/caa