Así se pronunció el jefe de la diplomacia española durante su comparecencia en la Comisión Mixta para la UE de la Cámara Baja, en la que analizó el momento actual de las negociaciones sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el futuro de Europa y las perspectivas financieras en el Viejo Continente.

El ministro comentó que el ‘Brexit’ tendrá “efectos negativos”, siendo el “más apreciable y directo” su impacto sobre el nuevo Marco Financiero Plurianual.

Aunque reconoció que todavía es pronto para poner cifras a ese impacto, explicó que se podría traducir en un agujero de entre 10.000 y 14.000 millones de euros en las cuentas comunitarias cada año.

Por ello, advirtió de que “hay que colmar ese déficit” que dejará la salida del Reino Unido en el presupuesto comunitario. Esto le sirvió para presentar a España como un “socio constructivo” en el futuro de la UE y afirmó que “parece lógico” que España aumente su contribución al presupuesto europeo a partir del nuevo Marco Financiero Plurianual, siempre que se vean satisfechos sus objetivos y prioridades.

Señaló la importancia de incidir en las nuevas prioridades que tiene ante sí la UE y en alcanzar una adecuada financiación para las mismas, entre las que destacan el freno a la inmigración irregular, la defensa y la seguridad y el incentivo de la movilidad alrededor del programa ‘Erasmus +’.

Dejó claro que es “pronto” para afirmar si España se convertirá en un contribuyente neto, ya que ello depende de los vaivenes de la negociación presupuestaria.

A pesar de ello, apuntó al próximo 2 de mayo como el “pistoletazo de salida” de estas negociaciones, por ser esta fecha cuando la Comisión Europea presentará su propuesta legislativa que prevé recortes en los fondos agrícolas y de cohesión, que son aquellos que tradicionalmente más han beneficiado a España.

Dejó claro que la Política Agrícola Común (PAC) es “clave” para la “cogestión territorial”, porque evita la despoblación, garantiza la seguridad alimentaria y aporta un “innegable valor añadido europeo”.

Afirmó que España mantiene una posición “contraria” a la “renacionalización” y a la “cofinanciación nacional en pagos directos” en todo lo concerniente a la PAC, aunque es consciente de la necesidad de “modernizarla”. “Queremos defender nuestros intereses, aunque estamos comprometidos con la modernización”, remachó.