Así se expresó en declaraciones a Servimedia Sara Jiménez, una de las portavoces de la Comisión 8 de Marzo, quien hizo hincapié en que la jornada de ayer “fue muy emocionante y muy potente” al ver a “muchas mujeres en la calle, independientemente de cómo se nombren, quiénes sean y cuales sean sus realidades”.

“Esperemos que a partir de hoy las cosas vayan cambiando, aunque sea poco a poco, y que esta presión y esta fuerza que demostramos ayer sirva para que, aparte de los cambios a nivel político, los hombres de nuestro alrededor en nuestras casas y en nuestros puestos de trabajo empiecen a pensar un poco más en esto”, destacó Jiménez, en alusión a la huelga de cuidados, una de las reivindicaciones de la jornada de ayer.

En este sentido, reconoció que “es un poco imposible saber cuántas camas se quedaron sin hacer ayer en las casas de la gente”, pero celebró que “sí sabemos que hubo muchas mujeres que hicieron esa huelga de cuidados y, lo que es fundamental, que se habló en todas las casas y en todos los trabajos”.

Sin embargo, Jiménez advirtió de que conseguir este cambio cultural, que se traduzca en la corresponsabilidad en el cuidado, “es lo más importante y también lo más difícil”, porque “lo tenemos metido en el cuerpo”, aunque mostró su deseo de que “haya cambios", porque "lo está pidiendo la mitad de la población” y “hay que hacer algo”.

Por último, en alusión al número de asistentes a las manifestaciones, afirmó que “nos llegan cifras de todo tipo”, pero añadió que “nos da un poco lo mismo", ya que "todo el mundo pudo comprobar cómo estaba Madrid, por ejemplo, y la fuerza de la manifestación”. “Vimos el empoderamiento de un montón de mujeres creyendo que tenían que estar allí, porque en muchas ocasiones nuestra vida depende de ello”, concluyó.