Carmena hizo estas declaraciones a los periodistas tras inaugurar un congreso internacional sobre igualdad de género en los cuerpos policiales que se celebra en Madrid, un día después de la huelga y la multitudinaria manifestación de ayer por el Día Internacional de la Mujer, que le pareció “emocionante” por reunir a mujeres de distintas generaciones sin atreverse a decir si fue la más masiva que ha vivido la ciudad.

La alcaldesa sí subrayó que “el movimiento feminista, como ya se está reconociendo, tiene que ser transversal” y “no tiene que ver con etiquetas políticas”, sino que hay que “aprovechar este momento histórico para darnos cuenta de que no hay una relación correcta entre hombres y mujeres”, como lo demuestra la existencia de la violencia de género.

Reflexionando sobre las causas de ésta, aventuró que “la gran diferencia es la violencia”, que “no es femenina”, sino “masculina, machista”, por lo que “tenemos que cambiar las conductas”; por ejemplo, con procesos de mediación en los colegios para que los niños busquen “estrategias de entendimiento” en lugar de pegarse en el patio. Por otra parte, Carmena corroboró que “hay igualdad legal pero falta la real” entre hombres y mujeres, y lo atribuyó a “una concepción machista del poder, de la sociedad”.

Preguntada por la ausencia de los líderes políticos nacionales del PP y Ciudadanos de la manifestación, Carmena no quiso aprovecharla para criticarles; la atribuyó a que “ellos habrán visto de otra manera lo que lo yo veo de ésta” y prefirió “llamar a la necesidad de reflexionar todos juntos un problema que es de todos” y “mejorar la relación entre hombres y mujeres” superando las etiquetas políticas.

Preguntada entonces por quienes no las superaron y gritaron y abuchearon a Villacís en la manifestación, la alcaldesa fue rotunda: “Me parece fatal, lo lamento muchísimo, no hay cosa que más me desagrade que el que no seamos capaces de aceptar a los que piensan diferente. Cuando no sabemos aceptar a los que piensan diferente no somos demócratas”. Aseguró que, si ella hubiera estado en ese punto de la manifestación, “habría hecho lo imposible” por evitar la agresión verbal a la portavoz de Ciudadanos, y sentenció que “la esencia de la democracia y la libertad de expresión es escuchar lo que no te gusta”.