En su sexto año de desarrollo, el proyecto suma una nueva entidad colaboradora (Fundació Ordesa) y cuatro nuevos centros escolares para acoger las revisiones, que de este modo llegan a las provincias catalanas de Barcelona, Tarragona y Lleida, además de Madrid.

La acción de Fundación IMO no solo ha expandido geográficamente su alcance, con presencia en ocho municipios, sino que también ha echado raíces en los territorios en los que actúa y a los que el equipo de especialistas del Instituto de Microcirugía Ocular se desplaza cada seis meses.

La coordinadora de Fundación IMO, Irene García, destacó que “el programa se puso en marcha en 2013 para promover la detección precoz de los problemas de visión en edad pediátrica y facilitar el acceso a su tratamiento”, pero añadió que “sin embargo, a medida que ha ido consolidándose la iniciativa, se ha puesto de relieve la importancia de ir más allá de un diagnóstico puntual y asegurar el seguimiento de los menores diagnosticados para garantizar una buena base de salud ocular en la edad adulta”.

Por su parte, la doctora Ana Wert, oftalmóloga pediátrica participante en las campañas, añadió que “tras más de 4.500 revisiones, se ha conseguido una involucración creciente del entorno de los niños, tanto a la hora de que padres y profesores estén alerta a posibles síntomas como de cumplir con el tratamiento prescrito, aunque todavía debe seguir incidiéndose en el papel de la visión como herramienta clave para un buen rendimiento escolar y una buena integración”.