La Universidad es femenina, si se tiene en cuenta el número de alumnas con respecto al de alumnos, ya que ellas ocupan el 54,7% de los pupitres. También se gradúan más, su media es más alta y su tasa de abandono es ocho puntos menor a la de los varones. Sin embargo, estos datos contrastan con los puestos que ocupan en el mundo académico.

La Fundación Conocimiento y Desarrollo ha medido el papel de la mujer en la esfera universitaria en base a datos oficiales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, obteniendo como resultado un panorama completamente desigual en cuanto a la relación entre esfuerzo, rendimiento y carrera profesional.

Ellos llegan más lejos, cobran más y sus empleos son de jornada completa. Por el contrario, las mujeres están más sobrecualificadas (25,6%) para los puestos que desempeñan y el 28,6% trabaja a tiempo parcial, mientras que ellos solo lo hacen en el 16,2% de los casos, casi la mitad.

El éxito académico cosechado por ellas no se traduce en éxito laboral. “Esto es algo que ha ocurrido siempre en los últimos 30 años, producto del tradicional mejor rendimiento de las alumnas que de los estudiantes masculinos”, explicó el responsable del estudio, Martí Parellada.

ELLAS A LETRAS, ELLOS A INGENIERÍA

Además, las mujeres se decantan más por la rama de Artes y Humanidades (con un 61,3% de chicas) o Ciencias Sociales y Jurídicas (59,6%), y suponen una minoría en campos como la Ingeniería y Arquitectura (25,1%), generalmente mejor remunerados en el mundo laboral.

En el curso pasado, las mujeres eran minoría entre el personal docente e investigador de las universidades, incluso en aquellas ramas en las que “las alumnas han sido tradicionalmente abrumadora mayoría”, como las Ciencias de la Salud y, en segundo término, Artes y Humanidades o Ciencias Sociales y Jurídicas, según se desprende del estudio de la fundación.

Atendiendo a los centros propios de las universidades públicas, el porcentaje de profesoras va desde el 48,4% en Artes y Humanidades hasta el 37,5% en Ciencias, o el 22,9% en Ingeniería y Arquitectura.

A pesar de su mejor desempeño académico, las mujeres tituladas en estudios de grado observan una peor inserción laboral que sus compañeros, siendo la tasa de empleo de los hombres cuatro puntos mayor al de ellas.

Además, el estudio precisa que si se atiende a los que estaban trabajando cuatro años después de titularse, la calidad del empleo de los titulados varones era mejor que en el caso de las graduadas.