En gran medida, esta subida del beneficio se explica por factores extraordinarios, como la devolución del bono social, y por la actividad internacional, ya que el sector sufrió el impacto de los altos costes de generación en España como consecuencia de la falta de recurso hidráulico.

Así, Iberdrola se benefició del impacto de la fusión de Gamesa y Siemens, además de la integración de su filial brasileña Neonergia; Endesa de la integración de Enel Green Power España, y Gas Natural Fenosa de las desinversiones en Italia.

Los beneficios de estas operaciones logran compensar el retroceso en las ganancias provocado por el alto precio de producción de la energía especialmente durante el primer trimestre, coste que alcanzó máximos históricos durante el mes de enero, y que encarece lo que pagan estas empresas para adquirir la electricidad.

De hecho, hasta marzo se produjo una caída del beneficio conjunto que alcanzaba el 10,5%, descenso que se moderó en junio hasta el 6,1% y que ya se revertió en septiembre, con una subida del 0,4%.

Al cierre del año, Iberdrola logró un beneficio de 2.804 millones, un 3,7% más que los 2.705 millones de 2016. Por su parte, Gas Natural Fenosa obtuvo un beneficio neto de 1.360 millones de euros en el conjunto de 2017, un 1% más que los 1.347 del ejercicio precedente. Por último, Endesa, que sufría una caída de sus ganancias del 16,9% hasta septiembre, concluyó 2017 con un beneficio de 1.463 millones, un 3,7% más que los 1.411 de 2016.