Madrid
La oposición en bloque pide a Carmena que ceda Cultura a un concejal específico
- Un error del PSOE sacó adelante también su petición de dimisión en el Área
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Los grupos municipales del PP, el PSOE y Ciudadanos aprobaron este miércoles pedir que la alcaldesa, Manuela Carmena, ceda las competencias del Área de Cultura y Deporte, que está ejerciendo desde que lo dejó la anterior delegada, Celia Mayer, y nombre un concejal específico.
La proposición del PP contenía dos puntos, uno que pedía la dimisión de Carmena al frente del Área de Cultura y otro el nombramiento inmediato de un delegado que se encargara específicamente de él. El PSOE pidió, y el PP le aceptó, la votación por puntos, para no tener que pedir la dimisión de la alcaldesa pese a estar a favor de que Cultura lo lleve un concejal específico al 100%, pero la portavoz socialista, se equivocó y votó a favor de los dos puntos. El portavoz popular, José Luis Martínez-Almeida, dijo tras el incidente que el segundo punto era consecuencia de la necesaria dimisión previa de Carmena, por lo que atribuyó irónicamente a la “justicia divina” el error de Causapié, que confundió la segunda votación del primer punto (hubo una primera que deparó un empate) de la votación del segundo punto.
Presentó la proposición Isabel Rosell, con el supuesto propósito de “ayudarle a tomar una decisión que sabe que debería haber tomado” y que los otros grupos le han pedido: dejar que Cultura tenga un concejal propio, porque ahora “sobrevive a duras penas con la herencia” del PP y “no puede ser la maría de su gobierno”. Aunque recordó que el PP defendió el cese de Celia Mayer y la asunción temporal del Área por Carmena, puntualizó que esto no puede seguir.
Según dijo, Carmena debería centrar su atención en problemas del gobierno como el presupuesto municipal, y concluyó que “Madrid es mucho Madrid para Ahora Madrid”, además de criticarle aspectos concretos como su ausencia de Arco, los vaivenes de la Escuela de la Tauromaquia y la presencia de okupas en el edificio de la calle Gobernador, así como la disminución en la valoración de las actividades culturales de Madrid según Fundación Contemporánea. Por todo ello, le pidió que “dé un paso atrás” y nombre a un nuevo edil.
La alcaldesa tomó la palabra en respuesta y contestó que, si el PP basaba su proposición en las estimaciones de una entidad privada como la Fundación Contemporánea debería contar con que la institución que más baja en su valoración es el Museo del Prado, competencia del Gobierno central; Rosell replicó luego que esto no es cierto y sólo ha bajado del primer puesto al segundo tras el Reina Sofía. Fuentes del Área negaron toda validez y credibilidad cientíica a un estudio sin ficha técnica y en la que sólo 342 miembros de los mil preguntados respondieron a las preguntas.
Además, Carmena opuso los resultados de la Encuesta de Calidad de Vida y Satisfacción con los Servicios Municipales, según los cuales han subido las puntuaciones de los ciudadanos en oferta cultural y ocio y diversión, situándose en máximos.
Desde Ciudadanos, Sofía Miranda achacó el supuesto descuido del turismo y el deporte de base, junto a otras actividades culturales, para pedir un concejal a tiempo completo y no una alcaldesa “pluriempleada” como Carmena, que ya tiene suficiente trabajo hilando las costuras de Ahora Madrid.
En nombre del PSOE, Mar Espinar coincidió en que “nadie entiende” que Carmena pueda seguir con su “bicefalia”, que es “un parche improrrogable”, y que esto es así “ya seas de izquierda o de derecha”. Por eso, admitió que el PP “nos ha metido un gol a todos y no hay fuera de juego”, pero pidió al Grupo Popular una votación por puntos porque no está de acuerdo en el primer punto de la proposición, que acusa a Carmena de falta de respeto por la cultura. En su opinión, lo que ocurre es que no tiene tiempo ni equipo, pero “hay que saber retirarse” una vez puso en orden el Área de Cultura tras el cese de Mayer, y “ha llegado la hora de elegir un nuevo capitán”.
En su respuesta final, Carmena llamó a las mujeres portavoces a entenderse, y distinguió entre dos prismas: cómo funciona la cultura en Madrid y si la alcaldesa debe delegar o no. Sostuvo que hay diversas formas de ver la cultura, y que quien llega a gobernar tiene derecho a aplicar la suya. Además, como un debate en Pleno no daba tiempo, emplazó a los grupos a dirimirlo en la Comisión de Cultura, avanzando en primer persona del plural que “tendremos tiempo”, por lo que dejó entrever que no admitiría la petición de dimisión.
(SERVIMEDIA)
28 Feb 2018
KRT/gja