En un comunicado, la compañía destacó que el objeto de la operación es cubrir necesidades generales corporativas y que además refuerza su “apuesta por la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa”.

Para fijar el tipo de interés se tiene en cuenta no sólo el rating crediticio de Mapfre, sino también la evolución de parámetros de sostenibilidad de la compañía.

De este modo, si se producen mejoras en la evaluación de sostenibilidad, se abarata el tipo de interés de la financiación y por ello un consultor independiente (Vigeo Eiris) emitirá un informe anual analizando el desempeño de Mapfre en cuestiones ambientales, sociales y de buen gobierno.

Con esta novación se reduce el coste del crédito actual, cuyo plazo de vencimiento se amplía hasta el año 2023, con posibilidad de prorrogarlo en dos ocasiones, por un período de un año cada una.

Se ha negociado con un grupo de bancos, siendo los ‘bookrunners’ (colocadores) Santander, BBVA, Bankinter, Sabadell y Bankia, y actuando como agente Santander y como agente sostenible BBVA.

Mapfre subrayó que con esta operación “reafirma su apuesta por la sostenibilidad en todos los ámbitos de la organización y su compromiso por ser una empresa socialmente responsable y comprometida con el entorno y la sociedad, además de reducir el coste de financiación, ampliar el plazo y asegurarse unas condiciones más ventajosas, dada la evolución de los mercados financieros”.