El expresidente de la Generalitat de Cataluña Artur Mas quedó ayer en libertad sin ninguna fianza, tras declarar durante cerca de tres horas ante el juez instructor de la causa del `procés´ en el Supremo, Pablo Llarena. En su declaración explicó al magistrado que antes de la consulta soberanista de noviembre de 2014 mantuvo contactos con el Gobierno y el PSOE durante casi año y medio para intentar pactar un referéndum, aunque sin éxito.

Según explicó, antes de la convocatoria del 9–N se creó un comité a tres bandas en el que estaban representados por delegación el presidente Mariano Rajoy, el entonces líder de la oposición, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, y él mismo a través del expresidente del Parlament Joan Rigol. Los contactos duraron año y medio y no dieron lugar a acuerdo alguno para la celebración legal de un referéndum que permitiera una salida al proceso soberanista.

Tras esta revelación, la acusación popular ha decidido solicitar la toma de declaración a los supuestos máximos responsables de esas conversaciones “secretas y discretas”, según dijo el abogado de VOX Javier Ortega. A su entender, esta declaración es “muy importante” porque es el origen de un proceso que culminó tres años después en la declaración unilateral de independencia (DUI).

Lo que pretende VOX es que tanto Rajoy como Rubalcaba digan al juez qué personas fueron las que los representaban en esas conversaciones y que confirmen si el objeto de la negociación fue la celebración de un referéndum pactado.

Mas dijo también durante su declaración, en la que respondió a las preguntas de todas las partes, que la DUI tuvo un carácter “puramente simbólico” y negó la existencia de un comité estratégico encargado de diseñar la hoja de ruta del `procès´.