El estudio refleja que “la precarización del sector público ha incidido directamente sobre la salud de los trabajadores”, ya que supone “un aumento exponencial de la carga de trabajo”, que a su vez es la causa de una “multiplicación de accidentes con baja relacionados con el sobreesfuerzo físico y mental”.

El informe señala que el porcentaje de sobreesfuerzos en relación con el total de accidentes en jornada de trabajo con baja “ha ido incrementándose progresivamente”, pasando de un 28,4% sobre el total en el año 2000, al 38,9% del año 2015. Según datos del Instituto Nacional de Seguridad, Salud y Bienestar en el Trabajo, las actividades donde más sobreesfuerzos se producen son la Administración Pública y Defensa, con un 9,1%, y en tercer lugar las actividades sanitarias, con un 5,9%”.

Asimismo, el sindicato llama la atención sobre el envejecimiento de las plantillas de las administraciones públicas; un 42,3% de sus trabajadores tienen más de 50 años, mientras que el colectivo de los menores de 30 años representa el 6,3%. El informe también remarca las cifras de temporalidad, que pasó de un 22,8% en 2016 a un 24,1% en el cuarto trimestre de 2017. A este respecto, CCOO señala que “la precariedad en el sector público tiene también un sesgo de género”, puesto que las tasas de temporalidad entre las mujeres se mantienen casi 10 puntos por encima de los hombres.

Teniendo en cuenta estas cifras, desde el Área Pública de CCOO lamentan que “la salud laboral se ha convertido en una mera declaración de intenciones”, convirtiéndose así en “una víctima más de la crisis y de las políticas de austeridad del Gobierno”. En opinión del sindicato, que el Gobierno “haya permitido un deterioro tan relevante del sector público” es “sumamente inquietante”.