Expertos de la Administración, las compañías eléctricas y el propio sector analizaron en Madrid los resultados de los primeros seis meses de trabajo del consorcio europeo PV Legal.

Según recoge el primer informe elaborado por este consorcio, en España se tarda una media de cuatro años en tramitar una planta fotovoltaica en suelo; únicamente en Francia se tarda un poco más, aunque "nosotros ganamos a nuestros vecinos galos en los tiempos de espera a las respuestas de las distintas administraciones que participan en el proceso: 160 semanas frente a 140".

La administración más rápida de los 12 países europeos analizados por PV Legal es la alemana, que consigue autorizar totalmente las pequeñas instalaciones fotovoltaicas para el mercado doméstico en un plazo inferior a un mes.

La lentitud burocrática, aparte de desanimar a los emprendedores, conlleva importantes gastos adicionales que encarecen todos los proyectos. En el caso de España, sólo en Polonia y en Bulgaria resulta más oneroso el proceso de tramitación.

Lógicamente, otra vez Alemania, al ser la más rápida, se lleva la medalla de oro: si en España se exige el desembolso de casi el 50% del coste total, allí no llega al 10% en ninguno de los segmentos del mercado solar.

Por otro lado, la simplificación de procedimientos es fundamental para el desarrollo de la fotovoltaica, sobre todo para las pequeñas instalaciones en el segmento de la edificación.

En este sentido, ASIF celebra que en la propuesta de real decreto de regulación de la conexión a red de instalaciones de producción de energía eléctrica, de pequeña potencia, que está en tramitación y ya cuenta con la aprobación de la Comisión Nacional de Energía, se establezcan procedimientos mucho más sencillos y ágiles que los actuales.