El trabajador, quien tomó la palabra en la rueda de prensa de presentación del nuevo plan estratégico de la compañía, pidió a Tacke que considere la posibilidad de “revertir” la decisión sobre esta factoría. “Hemos estado al pie del cañón dando resultados increíbles”, defendió.

El consejero delegado justificó el cierre por “el tamaño de la planta” y recordó que la compañía “hizo grandes esfuerzos por extender su vida útil”. Además, explicó que el modelo de pala que se produce en Miranda ya no encuentra mercado porque su coste es demasiado elevado. “Es un producto que no se puede vender”, lamentó.

“Continuar produciendo palas de este tamaño ya no es una alternativa”, añadió el máximo responsable de la compañía, quien destacó que ha ofrecido recolocar a toda la plantilla en alguna de las otras tres plantas que tiene en la región.